Un criador cántabro pierde 5.000 gallinas por temperaturas extremas
Los animales murieron asfixiados tras registrarse una temperatura de más de 42 grados
Pilar Gutiérrez García
Viernes, 22 de julio 2022, 21:14
Las altas temperaturas registradas este verano no solo las están sufriendo las personas, también los animales. Juan Francisco Portilla López, un granjero de San Felices de Buelna (Cantabria), ha perdido 5.000 gallinas en cuestión de horas. Los animales no pudieron soportar las altas temperaturas dentro del gallinero, que superaron los 42 grados a las 14.40 de la tarde.
Este tipo de aves carecen de unas glándulas sudoríporas que les permitan regular la temperatura por lo que fueron incapaces de sobrevivir a la ola de calor. «Se fueron asfixiando», lamentaba Portilla, el cual comentaba que ya habían sufrido anteriormente altas temeperaturas (entre 29 y 31 grados) pero nunca sin llegar a tales extremos. El granjero asegura que lo que las ha matado era el aire sofocante que entraba a través de la puerta, ya que los animales que se encontraban al fondo sobrevivieron.
El gallinero posee una serie de ventiladores en el techo que mueven el aire que entra en la estancia, aportando refrigeración y ayudando a las aves a sobrellevar el calor. Pero este sistema no pudo hacer nada contra la ola asfixiante que asoló a la zona durante el fin de semana pasado, alcanzando una temperatura a la que nunca antes se había llegado en el pueblo y que se registró como la más alta del país.
«Me da una lástima terrible» comentaba Portilla, «las cuidaba mejor que a mis hijas. Habíamos estado por la mañana vigilándolas y estaban todas bien, pero cuando llegué después de comer fui encontrando una, dos, tres... había miles muertas».
Pérdidas de miles de euros
Las gallinas fallecidas pertenecían a una de las mejores clases de ponedoras de huevos que hay: las Lohman. Este tipo de aves son capaces de poner casi un huevo al día (una media de 320-325 huevos al año), valorados en unos cinco euros cada uno aproximadamente. Por tanto, Ladillo calcula que ha perdido casi 25.000 en ganancias por la ola de calor.
Sin embargo, lo que más desconsuela al granjero no es la pérdida económica, sino el hecho de que las gallinas murieran de esa forma; más aún, sabiendo que ya tenía pagado y reservado un nuevo sistema de refrigeración para ayudar a sus animales solo que, desgraciadamente, se lo instalaban el miércoles siguiente al suceso.
Esta nueva técnica se basaba en el 'cooling system', un método nuevo que se lleva realizando desde hace años en granjas del sur de España, donde es más habitual el llegar a los 40 grados de temperatura. Consiste en la evaporación de agua para esparcirla por las estancia y, así, bajar la temperatura más rápidamente. Ladillo había encargado este nuevo sistema y desembolsado los 25.000 euros que cuesta tras alarmarse por las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología, consciente de que tal vez su sistema de ventilación no sería suficiente para poder sobrellevar la situación actual.