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Sanidad y comunidades acuerdan encerrarse en Semana Santa para evitar una cuarta ola

Sanidad y comunidades acuerdan encerrarse en Semana Santa para evitar una cuarta ola

Moncloa por el momento no se plantea imponer un nuevo estado de alarma a Madrid, pero avisa a Ayuso de que no hay «debate» sobre el endurecimiento de medidas

Melchor Sáiz-Pardo | áLVARO sOTO

Jueves, 4 de marzo 2021

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No habrá movilidad entre comunidades en Semana Santa haga lo que haga Madrid. La Comisión de Salud Pública, en la que se encuentran representados los 19 territorios y el Ministerio de Sanidad, acordó este jueves el cierre perimetral de todas las autonomías y la limitación de la movilidad nocturna de las 22 a las 6 horas entre el viernes 26 de marzo y el viernes 9 de abril.

La comisión dio así el visto bueno al documento presentado por Sanidad para tratar de impedir que la Semana Santa desate una nueva ola, tras y como ocurrió con la relajación de las medidas la pasada Navidad. No obstante, este plan debe ser ratificado el próximo miércoles por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Y allí no habrá unanimidad. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ya avisó que se niega tanto adelantar el toque de queda (fijado actualmente en Madrid a las 23 horas) como a cerrar su fronteras.

La principal novedad del escrito que salió hoy de la Comisión es la eliminación, por falta de acuerdo, de la recomendación de que los estudiantes universitarios que residan durante el curso académico en otra región o país no puedan volver a su lugar de residencia.

El texto, como ya adelantó el miércoles este periódico, pide evitar «viajes no necesarios» e insta a las autonomías a «no bajar el nivel de alerta» desde las dos semanas previas al inicio de Semana Santa «aunque los indicadores sean favorables» y «mantener las medidas establecidas en ese momento». El documento igualmente prohíbe tanto en la Semana Santa como en la de Pascua las concentraciones multitudinarias como procesiones o los encuentros en domicilios entre no convivientes.

El departamento que dirige Carolina Darias quiere que este texto sea aprobado de forma unánime el miércoles próximo en el Interterritorial, consciente de que no puede imponer su cumplimiento, aunque defienda públicamente que todos territorios tienen que acatar las decisiones mayoritaria de este órgano de pura coordinación y sin carácter ejecutivo.

Así las cosas, lo cierto es que la actual situación lleva camino de repetir el choque de trenes que ya se produjo en el Puente del Pilar de 2020 entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid. Un encontronazo institucional de altísimo voltaje que acabó con la imposición de un estado de alarma al Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso para forzarle a cerrar las grandes ciudades de la comunidad.

Por ahora, «solo por ahora» recalcan en Moncloa, el Ejecutivo de Pedro Sánchez descarta volver a tirar de decreto de excepción porque la negativa de Ayuso a perimetrar la región en las próximas vacaciones no tendría ninguna consecuencia práctica si el resto de las comunidades –o al menos las peninsulares- cierran sus fronteras, tal y como han anunciado. Sí tendría más implicaciones su rechazo a adelantar el toque de queda, que solo se podría forzar con un nuevo estado de alarma.

En el Gobierno central se limitaron este jueves a subir el tono con Ayuso y los suyos sin llegar a las amenazas. «No debería haber ni debate. Después del año de sacrificio que llevamos, nos queda un último esfuerzo. No puede haber Semana Santa. Es por nuestra sanidad y nuestra vida, pero también por la economía», señaló hoy con un punto de irritación la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. «Necesitamos que el discurso sea unánime», le reclamó a Ayuso la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón.

«Estamos en un momento crítico. Empezamos a rozar la salida gracias a la vacuna, pero aún no hemos conseguido una cobertura de vacunados que impida la extensión del virus. Además, tenemos nuevas amenazas, las variantes, de ahí la necesidad de endurecer las medidas«, afirmó Calzón, que puso el foco en la necesidad de »reducir contactos sociales«.

Calvo y Calzón no fueron las única que mostró su enojo con la presidenta madrileña. Durante todo el día hubo críticas a Ayuso y llamamientos para que no obstaculice la unanimidad a la que aspira Carolina Darias. Sin embargo, ni los ataques ni los ruegos hicieron mella en la presidenta madrileña, que no se movió un ápice de la postura que lleva manteniendo desde que se conoció la pretensión del Gobierno de sacrificar por completo la Semana Santa. «España lleva con cierres de estas características desde noviembre y no han impedido una tercera ola. Es más, las comunidades autónomas que han estado cerradas estos meses han tenido peores datos de contagios», llegó hoy afirma Díaz Ayuso durante su intervención en el Pleno de la Asamblea de Madrid.

«Nosotros consideramos que, hasta la fecha, con los toques de queda y sin cerrar la Comunidad de Madrid la situación está yendo bien y, además, no veo improcedente que un ciudadano de otro rincón de España venga a su capital a un museo, a consumir en una tienda o a mover la economía si lo hace respetando las normas sanitarias que hemos puesto entre todos», abundó la presidenta, quien insistió en que «es muy pronto para tomar decisiones sobre Semana Santa». «Serán las autoridades sanitarias las que decidan cómo tenemos que caminar y para eso quedan todavía 15 días por delante», apuntó, dejando claro que dentro de seis días en el Interterritorial no habrá cambiado de opinión.

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