¿Por qué debes incluir estos frutos secos en tu dieta?

Son fuente de calorías saludables, ricos en múltiples vitaminas, así como en fibra, saciantes y combinan a la perfección con una infinidad de recetas. Además, contienen oligoelementos, grasas, proteínas y ácidos grasos omega 3. El 31 de agosto se celebra el Día Mundial de los frutos secos, presentes en la gastronomía de multitud de culturas.

Y es que los frutos secos se han convertido en un alimento de lo más recurrente, dado tanto a su versatilidad en la cocina como a la hora de ser uno de los picoteos más saciantes y saludables del mercado. Ya sean crudos o tostados, su combinación con ensaladas o yogurt, en salsas preparadas de diferentes tipos, molidos (para los más pequeños) o incluso en cremas para elaborar dulces saludables, son una parte fundamental de nuestra alimentación, tanto para adultos como para niños. Sus propiedades antioxidantes, como forma de prevenir las enfermedades cardiovasculares, así como su ayuda controlando el colesterol, gracias a sus grasas saludables, son su mejor carta de presentación.

Esta es la lista de los mejores frutos secos para incluir en nuestra dieta, en la que destacan los pistachos, las nueces, las almendras, las avellanas y los anacardos, tanto por su popularidad como por las ventajas que aporta su consumo:

- En lo que se refiere a los pistachos, contienen hierro, fósforo, potasio, calcio, magnesio, zinc, selenio, vitaminas del grupo B, A, E y C, aminoácidos, antioxidantes, grasas monoinsaturadas y mucha fibra, lo que los convierte en muy completos.

- Las nueces, por su parte, tienen un alto contenido en omega 3, son altamente ricas en fibra, así como en antioxidantes, ayudando a restaurar la humedad de la piel.

- Las almendras contienen vitamina E y vitaminas del grupo B, además de ser ricas en proteína vegetal, además de en fibra.

- Las avellanas destacan por su alto contenido en grasa, fibra y vitamina E, aportando también propiedades antiinflamatorias.

- Los anacardos, por último, contienen proteína y grasas vegetales. Asimismo, son fuente de vitamina A, E, calcio, magnesio, potasio, fósforo y folatos, un tipo de vitamina B que es necesaria para producir material genético, así como para la división celular del organismo.

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