Lucía Feito, psicóloga: «El FOMO puede tener un impacto real en nuestro bienestar»
La psicóloga Lucía Feito advierte sobre la paradoja en la que muchas personas pueden verse atrapadas en verano: «Cuanto más tiempo libre tienen, más ansiedad sienten al mirar el móvil»
El verano suele llegar como una promesa de descanso, desconexión y bienestar. Sin embargo, cada vez más personas —jóvenes y adultas— se encuentran atrapadas en una paradoja: cuanto más tiempo libre tienen, más ansiedad sienten al mirar el móvil. ¿La causa? Un fenómeno que conocemos como FOMO: Fear Of Missing Out, o el miedo a perderse algo.
Publicidad
¿Qué es el FOMO?
Es esa inquietud que aparece cuando vemos que otros están disfrutando de experiencias que nosotros no estamos viviendo. Vacaciones perfectas, cuerpos bronceados, comidas de ensueño, amigos riendo… todo esto inunda las redes sociales en verano. Y, aunque sabemos que muchas de esas imágenes están editadas y seleccionadas cuidadosamente, nuestro cerebro tiende a compararse, generando sentimientos de insatisfacción, ansiedad o incluso tristeza.
¿El FOMO es un fenómeno exclusivo de los jóvenes?
Aunque el FOMO se ha relacionado mucho con adolescentes y jóvenes —por su mayor exposición a las redes y su búsqueda de pertenencia social—, los adultos tampoco estamos libres. De hecho, cada vez más personas adultas experimentan este tipo de malestar en verano:
-
Al ver cómo otras familias disfrutan de vacaciones «perfectas» mientras ellos trabajan.
-
Al comparar sus planes con los de amigos o conocidos más aventureros.
-
Al revisar correos o mensajes de trabajo a deshora, sintiendo que no pueden desconectar del todo.
-
Al intentar «estar en todo», sin permitirse descansar de verdad.
La trampa de la conexión constante
El verano puede amplificar estas emociones porque nos ofrece más tiempo libre, pero también más momentos de scroll infinito. Y lo que empieza como una consulta rápida en Instagram puede terminar en una espiral de comparación y malestar. Además, la desconexión real —la de verdad— requiere más que cambiar de escenario: necesita que pongamos límites al mundo digital.
Cómo afecta el FOMO a la salud mental
El FOMO no es solo una palabra de moda. Puede tener un impacto real en nuestro bienestar:
-
Aumenta los niveles de ansiedad.
-
Nos hace sentir menos satisfechos con nuestra vida.
-
Dificulta la concentración y el descanso.
-
Genera una sensación constante de no estar haciendo suficiente.
-
Daña la autoestima, tanto en jóvenes como en adultos.
¿Qué podemos hacer en verano?
-
Reconoce el FOMO: No pasa nada por sentirlo. Ponerle nombre ya es un primer paso para gestionarlo.
-
Pon límites digitales: Reserva momentos del día sin pantallas. El mundo no se va a acabar si no estás conectado una tarde.
-
Vive el presente: En lugar de preocuparte por lo que otros hacen, intenta conectar con lo que tú estás viviendo.
-
Deja de compararte: Lo que ves en redes es solo una parte (muy cuidada) de la realidad. Nadie tiene un verano perfecto todo el tiempo.
-
Haz planes que te nutran: No tienen que ser grandes viajes. A veces, una caminata tranquila o una conversación sincera vale mucho más.
-
Apaga notificaciones: Parece simple, pero puede cambiar radicalmente tu forma de vivir el día.
El JOMO, la alegría de perderse cosas
Existe una alternativa al FOMO y se llama JOMO: Joy Of Missing Out, o el placer de perderse cosas. Es elegir conscientemente desconectar, descansar, dejar pasar, sin culpa. Es volver a lo esencial, priorizando el bienestar sobre la apariencia.
Publicidad
Este verano, te invito a probarlo: deja el móvil a un lado, respira hondo, y recuerda que no necesitas estar en todas partes para estar bien. Lo que realmente importa no siempre está en la pantalla.
1 año por solo 16€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión