Así es el síndrome de Stevens-Johnson, uno de los posibles efectos secundarios del Omeprazol

La temida pero conocida automedicación es una de las batallas que la sanidad y los sanitarios continúan librando. En este sentido, fármacos para dolores leves, así como aquellos que son famosos por sus efectos protectores, se han convertido en básicos en la sociedad actual. Asímismo, la falta de regulación de su uso hace que los especialistas se esfuercen por hacer entender los riesgos del consumo de medicinas sin el debido asesoramiento. Uno de estos medicamentos tan demandados es el omeprazol, conocido por sus efectos protectores ante determinados males.

Este es uno de los medicamentos más consumidos en España y sirve para reducir la cantidad de ácido producida por el estómago y suele tratar problemas de reflujo y úlceras. Pero la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha advertido que el Omeprazol puede llegar a causar algunos efectos adversos.

Aunque su receta suele estar reservada a aquellas personas con problemas estomacales, así como a aquellas que tienen preescrita una medicación muy fuerte, no son pocos los usuarios que le dan a estas píldoras otro tipo de uso.

Tal y como figura en el prospecto del medicamento en cuestión, uno de los efectos secundarios más desconocidos del omeprazol es el conocido como síndrome de Stevens-Johnsons. Estos son los silbidos repentinos al respirar, la hinchazón de labios, lengua, garganta o del cuerpo, erupciones, desmayos y dificultades para tragar. Además de la coloración amarilla de la piel, orina oscura y cansacio, que pueden señalar problemas del hígado.

Si aparece cualquier tipo de efecto secundario, la actuación recomendada es consultar directamente a un médico o farmacéutico, incluso si se tratan de efectos adversos que no aparecen en el prospecto. Otra vía de actuación consiste en comunicar directamente esos síntomas al Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano a través de la página web https://www.notificaram.es.

Mientras que para casos de sobredosis o ingestión accidental, es imprescindible consultar de forma inmediata a un médico o llamar al Servicio de Información Toxicológica (91 562 04 20), indicando el medicamento y la cantidad ingerida.

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