El sombrero de copa de Adolf Hitler

Como sucede en España con Francisco Franco, Adolf Hiltler sigue presente en la agenda política y social europea. Y por varias razones. Si tal día como ayer se congregaban en el Valle de los Caídos algunos nostálgicos del régimen patrio, a pesar de que el cuerpo del dictador haya sido ya exhumado y trasladado a Mingorrubio, esta misma semana el Gobierno austriaco decidía que la casa natal de Adolf Hitler en Braunau, en el norte de Austria, será transformada en una comisaría de policía tras años de litigio con la familia propietaria. La razón es que el inmueble se había convertido en lugar de peregrinaje para neonazis. Tras una larga batalla jurídica en la que la familia propietaria actual recibió importantes compensaciones económicas —se habla de unos 810.000 euros—, la casa donde nació Hitler el 20 de abril de 1889 pasará a ser un lugar bien vigilado para tratar de disuadir a posibles turistas enamorados del Reich.

Mientras, en Alemania también hay polémica. Un ejemplar de 'Mein Kampf (Mi lucha)' que fue propiedad de Hitler, encuadernado en plata, fue adjudicado por 130.000 euros en una subasta en Munich celebrada este miércoles a pesar de las críticas formuladas por la Asociación Judía Europea (EJA), quien intentó parar la puja sin éxito. Es más, desde que se hizo pública su protesta, indicaron desde la casa de subastas Hermann Historica, se triplicaron las peticiones para participar en la misma. En una respuesta que recoge Efe a Menachem Margolin, el rabino que firmó la carta, el director de la casa de subastas, Bernhard Pacher, asegura que su compromiso está en educar sobre lo que ocurrió durante los años del Tercer Reich. «Veo el peligro de que erradicando todo lo que alguna vez perteneció a estas personas se allane el camino para lo que usted ha denominado como glorificación y justificación de estos individuos», respondió Pacher al rabino. Reiteró también que los responsables de la casa de subastas están atentos a quién compra los objetos: «Le aseguro que los compradores no son neonazis ni fanáticos de su ideología», explicó Pacher.

Además del ejemplar del libro escrito por Hitler, diferentes museos y coleccionistas trataron de hacerse el miércoles con un sombrero de copa que perteneció al dictador nazi y que en la puja alcanzó los 50.000 euros. Una pieza emblemática que el líder del Partido Nazi utilizaba en ocasiones especiales. Con él aparece en fotografías de visitas oficiales al canciller alemán Franz von Papen, cuando este estaba todavía favoreciendo su ascenso político y el futuro Führer se esforzaba por presentar una imagen de gentleman y hombre de gobierno. También una fotografía, dedicada por el dictador nazi a un amigo de infancia, se vendió por 46.000 euros, y una carta de su puño y letra, por 80.000. En la misiva, fechada en 1908, se disculpa con August Kubizek, a quien escribe, por no haberlo hecho más a menudo. «No sabía qué responderte que pudiera interesarte», se puede leer en ella. También le pide un favor: que le compre «una guía de la ciudad de Linz. En la portada sale una fotografía de una niña y en la contraportada se ve Linz desde el Danubio», escribe Hitler sobre esa ciudad de su Austria natal. «Cuesta seis hellers —moneda de la época— que te incluyo en el sobre a través de sellos postales», precisó Hitler.

Se vendió además una cubertería personal de Hitler, que alcanzó más de 1.000 euros por cada pieza y de su esposa, Eva Braun, se han subastado sombreros, vestidos, bolsos y abrigos, el más caro de estos por 6.000 euros. Y es que el interés permanece tanto entre fans como entre retractores.