Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Alineación inicial del Sporting ante el PSV. De izquierda a derecha, de pie, Doria, Castro, Joaquín, Jiménez, Uría y Ciriaco. Agachados, Abel, Mesa, Quini, David y Ferrero. E. C.

La estela del 'Eurosporting'

Hoy se cumplen 40 años de un espectacular encuentro en El Molinón contra el PSV Eindhoven holandés

Jueves, 19 de septiembre 2019, 02:27

Comenta

Pasaron 40 años. El Sporting estaba en la época más dorada de su historia. Tal día como hoy, el equipo rojiblanco iniciaba su andadura en la Copa de la UEFA por segundo año consecutivo.

El visitante era el PSV Eindhoven, uno de los dos equipos más fuertes de Holanda, en unos años en los que el fútbol holandés era de lo más destacado del continente. El Sporting afrontaba la competición después de haber disputado el título liguero al Real Madrid. La plantilla había registrado unos cambios mínimos. Se fue Kike Morán, traspasado al Betis. 'Tati' Valdés dejaba el fútbol para convertirse en segundo entrenador, función que ya venía compartiendo en la campaña anterior con la de jugador de la plantilla. Causó baja el defensa González, mientras que el extremo gijonés Toni se iba al Torrejón. Del filial subía Jiménez y se consolidaba el maliayo Pedro. Como refuerzos habían llegado Ico Aguilar, tras acabar su estancia en el Real Madrid, y el 'colchonero' Eusebio, que tendría una participación testimonial.

Novoa había sustituido a Vicente Miera en el banquillo. Una decisión que Vega-Arango sabía que no era arriesgada, porque conocía los valores y la personalidad del técnico gijonés. Las negociaciones para la renovación del contrato del técnico cántabro se rompieron por una indiscreción de un directivo. La alternativa estaba en casa, aunque la experiencia del gijonés como entrenador era sólo en el filial, al que siempre llevó en una línea ascendente, además de su trayectoria como futbolista profesional en el Sporting y el Celta de Vigo, antes de acabar en el Avilés.

Novoa planificó la preparación para tener al equipo en un buen tono físico para la eliminatoria continental, ya que los equipos holandeses eran muy físicos, además de poseer un potencial técnico notable. El inicio de la competición de los rojiblancos fue arrollador. Antes de recibir al PSV habían derrotado al Sevilla, en El Molinón, y dieron un repaso espectacular al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, a un rival con un plantel de internacionales como el brasileño Luis Pereira o el argentino Ayala.

En aquellos tiempos, la afición del Sporting vibraba con el equipo. No había grada de animación. No hacía falta, porque en todas las tribunas había un ambiente espectacular. Aquella noche, El Molinón registró otro de los muchos llenos de la temporada, lo que tenía su lógica, ya que, además de horarios normales en la Liga, generalmente a las cinco de la tarde de los domingos, el fútbol de aquel Sporting era de ensueño.

El PSV venía con varios internacionales. Los que más destacaban eran los hermanos Willy y René Van de Kerkhof, quienes ya venían rodando en el concierto internacional diez años. En 1970 fueron rivales de Castro y Quini en la final del campeonato de Europa de aficionados en Italia, ganado por España, en el que también estaban Herrero II y José Manuel, que ya no se encontraban en el equipo rojiblanco.

El partido acabó sin goles, pero fue un resultado que no reflejó los méritos de los dos equipos. El PSV fue un equipo sólido, con un contraataque temible, pero el Sporting fue mejor. El único protestado fue el árbitro, el alemán Roth, quien no quiso saber nada de las jugadas polémicas en el área holandesa. El desequilibrante Ferrero fue frenado con un estilo poco ortodoxo. Era la única forma, porque el extremo argentino tenía desborde, regate, rapidez y verticalidad, todo lo que ahora le falta al conjunto gijonés, en una época en la que el fútbol es muy diferente, aunque la esencia del objetivo de ganar es la de siempre.

El encuentro de vuelta se disputaría dos semanas después en el Philips Stadium. Entre los dos encuentros frente a los holandeses, el Sporting seguía su línea arrolladora en la Liga española, con un rotundo 4-1 ante Las Palmas, en El Molinón, y un 2-3 en el viejo San Mamés, que tenía como una de sus figuras al legendario Iríbar. Una única genialidad de Willy Van de Kerkhof acabó con las esperanzas de los gijoneses, que sufrieron una derrota mínima. El lamento de Novoa era que el colegiado casero que les tocó en Eindhoven no hubiera sido designado para el encuentro de ida. Ferrero reclamó otro derribo en el área holandesa. De aquella ya se hablaba de 'arbitrajes europeos'.

Aquella temporada, el Sporting acabó tercero en la Liga, con una nueva clasificación para jugar la Copa de la UEFA, que en los tiempos actuales significaría la participación en la 'Champions'.

Hoy, el Sporting jugará en Las Palmas, en el estadio de Gran Canaria, en una etapa de peregrinación de ambos históricos, con la ambición de ganar para mantener una línea que permita recuperar la ilusión de volver algún día a ser aquel 'Eurosporting' que hizo historia. Algo bueno de este Real Club son los numerosos pasajes admirables en sus 114 años de vida. Algo es algo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La estela del 'Eurosporting'

La estela del 'Eurosporting'