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En la derecha, en la izquierda y como tercer centrocampista, pero nunca como mediapunta. César Gelabert necesitaba, al igual que el resto del equipo, resetear. ... No lo supo o no pudo hacer hasta que Asier Garitano recogió el testigo de Albés.
«Estoy un poco más suelto, aunque el entrenador me pide mucho orden en defensa», destaca el rojiblanco sobre su nuevo rol en el Sporting. Garitano lo tuvo claro. Desde el primer día situó al atacante por detrás del delantero. Una posición en la que está marcando las diferencias.
El viernes, ante el Mirandés, fue el mejor del Sporting, no solo por los dos goles que anotó, sino también por la repercusión que empieza a tener en las acciones ofensivas del equipo. Gelabert ha vuelto a sonreír y con el fútbol que atesora en sus pies, sus compañeros lo agradecen.
Tres goles en los dos partidos que ha dirigido Asier Garitano es un buen ejemplo de cómo ha cambiado la vida del rojiblanco en Gijón. Su fichaje ilusionó al sportinguismo, por el cariño especial que el tiene al Sporting y también por el juego que puede llegar a desplegar sobre el terreno de juego.
En la cantera del Real Madrid no tardó en destacar. Junto al asturiano Álvaro Fidalgo lideraba al filial blanco. Temporadas que le llevaron a debutar en Segunda División con 21 años con el Mirandés. Rival al que le hizo hincar la rodilla en El Molinón con dos goles. Su doblete, el primero en su cuenta particular como profesional, han alejado al Sporting de la quema. un paso adelante del equipo y del propio futbolista palentino.
Pese a que de los dos goles, el más bonito fue el primero, Gelabert prefiere el segundo. Finalizó una acción en la que tan solo tuvo que empujar el balón al fondo de la portería rival para sentenciar la contienda: «Otero tuvo la cabeza fría y me lo dio. Se lo agradecí tanto dentro como fuera del campo. Es un gol muy importante como grupo».
El atacante suma 22 titularidades en las 34 jornadas en las que ha participado con el Sporting. El pasado viernes alcanzó los 2.000 minutos jugados y con su doblete superó su mejor versión goleadora. Ya suma cuatro dianas y una asistencia.
Su trabajo tampoco pasa desapercibido para Asier Garitano. El preparador destaca lo «bien que ve el fútbol» en los metros finales y «la llegada que tiene al área rival». También dice de él que su juego hace dividir las defensas y eso ayuda a que las acciones de ataque ganen en peligrosidad para el adversario.
La confianza que ha ganado en los últimos días también se nota en su juego. Pese a que el entrenador le pida disciplina defensiva, Gelabert se siente más liberado con el respaldo de los dos centrocampistas que Garitano sitúa a sus espaldas. Un guiño al mediapunta para que pueda crear fútbol sin tener tanta dependencia de mirar de reojo a su portería. Tal es la tranquilidad que ha llevado Garitano al vestuario y al propio Gelabert, que una vez terminado el partido ante el Mirandés, el atacante dejó abierta la puerta a poder reengancharse al sexto clasificado. «¿Por qué no soñar?», dijo. Una euforia que no tardó en rebajar el propio técnico al comentar con una sonrisa que «se le fue la pinza».
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