Sporting-Espanyol | El aliento de 7.000 almas en El Molinón

7.000 gargantas se desgañitaron este mediodía en El Molinón para insuflar ánimos al Sporting durante el último entrenamiento antes del primer envite de la eliminatoria del 'play off' contra el Espanyol que tendrá lugar mañana por la noche (21 horas) en el mismo escenario. La primera ovación se la llevó el 'míster', Miguel Ángel Ramírez, que fue el primer en pisar el césped cuando ya pasaban diez minutos de las once. Tras el técnico canario, se sucedió un lento goteo de futbolistas, que iban recibiendo los aplausos de la afición, entre los que Cote, el guardameta Rubén Yañez y Otero fueron los más aclamados, hasta que apareció en el campo Roque Mesa, autor del gol en Elda al que, además, sus compañeros hicieron el pasillo.

Con todos los jugadores ya en el campo comenzó una sesión en la que no cesaron los aplausos, cánticos de ánimo y ovaciones incluso hasta a los goles marcados durante el partidillo de ensayo. Mientras, en los videomarcadores se repetía incesamente el ya popular lema de «Nos va a salir bien», intercalado en bucle con anuncios de los horarios de taquilla, tiendas y eso sí, como los potentados hablan idiomas, en el anillo led del campo, la publicidad para comercializar pacos vip lucía en la lengua de Shakespeare. «Live your experience from a vip box», rezaba el mensaje.

El susto de la sesión llegó desde la grada, cuando una aficionada se atragantó con unos frutos secos y tuvo que ser atendida por el médico del equipo por el sobresalto, pero sin más consecuencias.

Mientras la afición, con sus tradicionales cánticos de «te queremos, te adoramos» y «qué bote, qué bote, qué bote El Molinón», entre otros, esperaba con ansia el final del ensayo para reclamar firmas, fotos y, en algunos casos, hacer entrega a sus ídolos de las cartas de ánimo que durante la semana han escrito alumnos de varios centros escolares de la ciudad. A las 12,25 Ramírez decretó el final del trabajo y la Tribunona estalló en una gran ovación que continuó con el himno del Sporting acompañado de un vistoso bufandeo. Entonces, llegó el momento más esperado por los más pequeños, que se dejaron las gargantas llamando a sus jugadores favoritos, en busca del autógrafo y el 'selfie' con su ídolo. Alrededor de media hora dedicaron los futbolistas a satisfacer los deseos de su afición.

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