Sporting | El cierre de la Liga frena a la 'Mareona' en su desplazamiento a La Coruña

La Liga confirmó ayer que habrá fútbol en Primera y Segunda, sí, pero a puerta cerrada. Las gradas estarán vacías durante «al menos» las dos próximas jornadas, en una medida encaminada a frenar la expansión del coronavirus. La decisión afecta especialmente a los aficionados, a determinadas personas que desarrollan alguna actividad derivada de la disputa de un encuentro profesional y, también, a medios de comunicación no oficiales, siendo los operarios encargados de la retransmisión televisiva de cada partido los únicos que podrán asistir (el sábado, en Riazor, Gol). Lógicamente, el personal implicado en la organización del espectáculo, más allá de los equipos y el grupo arbitral, estará presente. Hasta nueva orden, el cierre coincidirá con los dos viajes consecutivos del Sporting, que jugará este sábado en Riazor y el próximo fin de semana en Alcorcón, para regresar a El Molinón en un derbi que está en el aire.

Pero la cita que marca ahora la agenda sportinguista es la de La Coruña. El club inició ayer la devolución del dinero de las 250 localidades que había distribuido el día anterior para Riazor. Lo hizo en horario de oficina y en las taquillas de El Molinón, habilitando el periodo para recuperar el pago efectuado hasta este viernes. Tanto la Federación de Peñas como Unipes hicieron lo propio, a nivel particular, con el paquete de entradas que habían gestionado. Pero la noticia pilló con el pie cambiado a la 'Mareona', que se preparaba para un desplazamiento masivo a Riazor, donde algunas fuentes cifraban en cerca de 2.000 aficionados la movilización. Las peñas fueron las más afectadas por la decisión. No tenían problemas para recuperar el dinero de las localidades, pero sí con el gasto efectuado en otros aspectos del viaje.

Algunos colectivos, por ejemplo, ya habían adelantado el pago de los hoteles, con cantidades que superaban los dos mil euros en algún caso concreto. En otros, la inversión no bajaba de los mil. La peña Isma había resuelto a lo largo de la jornada mantener el viaje. Tenían adelantado y comprometido, en ese sentido, el dinero para la reserva del hotel y de un restaurante cercano a Riazor. «Iremos unas 35 personas y, aunque no podamos estar en Riazor, trataremos de apoyar al equipo desde donde sea, aunque juegue en un parque», confirmaba Arturo Sánchez.

La peña La Carbonera, por el contrario, había logrado cancelar el viaje, pendiente únicamente de completar las últimas gestionar para recuperar una partida del dinero adelantado. «Entendemos que es por fuerza mayor, pero creo que deberían haber tomado otra decisión y suspender directamente las dos jornadas. Hay muchas contradicciones. Hemos visto mucho más volumen de gente en otras manifestaciones y eventos. Incluso habrá en los recibimientos a los equipos», observó Roberto Suárez, presidente de esta peña.

Unipes se alineaba con esa postura, pidiendo el aplazamiento de los partidos para proteger la «salud y dignidad» de los aficionados. Había casos de resolución muy compleja. El Chango, de Cancienes, se veía en un callejón sin salida. «Para nosotros, esto es mortal», alertaba Javier Espejo, su presidente. Tenían 31 habitaciones reservadas -26 dobles y 5 individuales- y pagadas desde el miércoles de la semana pasada. En total, 2.400 euros. Un viaje que con hotel y entrada salía por unos 85 euros por persona. «Estamos hablando con la agencia a ver si logra anular las habitaciones», explicaba, con las primeras respuestas negativas. «Si no nos cancelan las habitaciones», concluía, «estamos obligados a viajar, claro».