El Sporting de Gijón pone las luces largas

El Sporting comenzó apostando sobre seguro. El club rojiblanco se hizo con los derechos de dos de sus mejores futbolistas en la pasada campaña, dando solidez al frente de ataque después de hacer un desembolso histórico que supera los 3,6 millones de euros. Se trata de Jonathan Dubasin y César Gelabert, que en la pasada campaña jugaron en Gijón cedidos por el Basilea y el Toulouse. Su alto impacto en el rendimiento del equipo llevó en las oficinas de Mareo a decidir que lo mejor era apostar por dos futbolistas que se revelaron determinantes en la categoría y que además estaban ya adaptados al equipo.

Donde había que hacer importantes cambios era en la defensa. Las salidas de Nikola Maras y Róber Pier obligaba a incorporar centrales, más cuando Asier Garitano definió a Diego Sánchez como lateral izquierdo. El club se movió rápido para incorporar a Pablo Vázquez y Lucas Perrin, dos defensas con experiencia que firmaron hasta 2027 con la posibilidad de ampliar por un año más. El mercado sigue abierto en este puesto, donde se busca a un cuarto central.

También en el centro del campo hacían falta efectivos. Con Nacho Méndez en Malasia, Lander Olaetxea en Eibar y Carlos Dotor fuera del equipo tras acabar su cesión (finalmente ha firmado por el Málaga), el Sporting necesitaba mediocentros. El primer en llegar fue Álex Corredera, conocedor de la categoría y que ya jugó a las órdenes de Garitano. El futbolista formado en La Masía se comprometió con el Sporting hasta 2028. La lista de estos cinco futbolistas, a los que suman como cedidos Justin Smith y Jordy Caicedo, supone una inyección de estabilidad y experiencia a la planificación del equipo. Los cinco jugadores que llegan en propiedad a Gijón conocen la categoría y cuentan con un amplio bagaje profesional, levantando además la media de edad de la plantilla sin llegar a ser profesionales en su última etapa.

El bloque con el que el Sporting se asegura la continuidad del proyecto al menos hasta 2027, con 2028 en el horizonte, lo completan los canteranos a los que en poco más de doce meses ha ido renovando el club. Gaspar Campos, Guille Rosas y Pablo García tienen contrato hasta 2028, con posibilidades de que puedan ser ampliados. Nacho Martín fue el último en firmar y lo hizo hasta 2029. Dentro de esta lista aparece también el nombre de Diego Sánchez, a quien el club pretende mejorar sus condiciones y su vinculación con la entidad. El defensa tiene contrato hasta 2027, pero su importante rol en la plantilla llevó hace meses a los responsables de Mareo a poner sobre la mesa la opción de una mejora que se considera justa y que se espera abordar próximamente.

En la que se ya se trabaja es en la de Rubén Yáñez. La confianza en el portero es absoluta y se pretende que sea uno de los pilares de los próximos años. El meta acaba contrato en el mes de junio y las conversaciones para el nuevo contrato, que en principio apunta a 2028 con la posibilidad de un año más, ya han comenzado.