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Arnaldo García

Triste debut del Sporting de Rubén Albés

Dos zarpazos del Levante acabaron con un conjunto rojiblanco al que anularon un gol en el segundo minuto de juego y que mostró una cara desconocida en su estreno liguero

Domingo, 18 de agosto 2024, 19:13

No era el guión previsto, ni nadie pudo pensar en el desarrollo del encuentro que tuvo este domingo como escenario El Molinón. El Sporting de Rubén Albés pareció desorientarse tras ver cómo el colegiado anulaba un gol, en el segundo minuto de juego, a Dubasin. Bastaron dos zarpazos de un Levante en cuadro para golpear al conjunto rojiblanco, noqueado, al que no le bastó la diana, esta vez sí validada, de 'el Pingüino' ya en el segundo período. Al final, fue el conjunto de Julián Calero el que se quedó con los tres puntos (1-2) en el estreno liguero de este Sporting.

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El equipo de Rubén Albés se presentó ante 23.000 aficionados con una selección de componentes justa, aunque la primera alineación de la temporada parecía cantada por las circunstancias. La única novedad fue la entrada de inicio de Dubasin, pese a su escasa participación con el grupo durante la semana de entrenamientos. El refuerzo rojiblanco hizo suya la línea derecha, lo que desplazó de nuevo a Otero a lucir el cartel de referente ofensivo en el área, aunque con mucha movilidad, con Gaspar, en su sitio, a la izquierda, con salida hacia el interior.

El técnico rojiblanco apostó por el sistema 4-3-3 que ha ido perfeccionado durante la temporada, con Curbelo y Diego en el eje de la defensa, Guille Rosas y Cote cerrando los laterales y un centro del campo con tres pilares: Olaetxea, Bernal y Nacho Méndez. Y lo hizo ante un El Molinón de las grandes tardes. Con ambiente y fidelidad total a su equipo. Y con una buena temperatura en el municipal gijonés.

Este Sporting, que apunta de inicio a lo más alto, se reinventa de nuevo esta temporada, en la que 18 de sus clubes han estado en Primera. Nuevo curso, nuevo estilo, con cuatro debutantes en el once: Dubasin, Olaetxea, Bernal y Curbelo. Y fue el primero de ellos, 'el Pingüino', el que rompió las mallas en el segundo minuto de juego. Un error en un pase en la salida vertical del Levante la aprovechó Gaspar para, magistralmente, meter un pase al corazón del área a Dubasin, que, con el exterior de su pierna derecha, con tranquilidad, batió al meta Andrés.

Sporting:

Yáñez; Rosas, Curbelo, Diego Sánchez, Cote (Pablo García, m. 86); Bernal (Queipo, m. 68), Nacho Méndez (Nacho Martín, m. 27), Olaetxea; Dubasin (Campuzano, m. 77), Gaspar y Otero.

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Levante:

Andrés Fernández; Andrés García, Elgezabal, Cabello, Navarro (Dela, m. 79); Kochorashvili, Rey; Brugué (Espí, m. 84), Morales (Lozano, m. 75), Carlos Álvarez (Agobia, m. 61) y Bouldini (Romero, m. 61).

  • Goles: 0-1: m. 13, Carlos Álvarez. 0-2: m. 41, Kochorashvili. 1-2: m, 58, Dubasin.

  • Árbitro: Guzmán Mansilla. Amonestó en el Sporting a Olaetxea, Cote; y en el Levante a Elgezabal, Navarro.

  • Incidencias: partido disputado en El Molinón ante 23.319 espectadores.

La alegría duró dos minutos. Los que tardó el colegiado Guzmán Mansilla en anular el gol por fuera de juego. Muy justo. Justísimo. Y, encima, el visitante Carlos Álvarez a punto estuvo de transformar en pesadilla el momento con un chut que se fue ligeramente fuera. El Sporting no se resintió y se puso a jugar consciente de que la única vía de llegar a la meta del Levante no era solo la combinación, sino la búsqueda de espacios con tres 'balas' como Otero, Dubasin y Gaspar.

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No quiso eso decir que el Sporting no cayera en alguna que otra imprecisión que los levantinos no supieron o no pudieron fructificar, pero el Sporting salió a por todas ante un Levante comedido, nervioso por momentos, pagando la pobre plantilla del conjunto de Julián Calero. Pero, cuando peor era su situación, llegó el gol visitante con la firma de, quizás, uno de los mejores de los visitantes, Carlos Álvarez, con un toque sutil a un balón centrado desde la banda que despistó a Yáñez.

El conjunto rojiblanco no bajó la cabeza y un centro medido de Cote al área obligó al meta Andrés a adelantarse a la delantera sportinguista y despejar con los puños, arrollando en su salida a todo aquel que encontró, entre ellos Nacho Méndez, lo que provocó las protestas locales y enfureció a la grada. Sin llamar mucho la atención, el Levante obligó, por medio de Morales, a lucirse a Yáñez con un disparo desde la frontal. Los contratiempos se sucedían para Rubén Albés, que tuvo que tirar de Nacho Martín para sustituir a un tocado Nacho Méndez, que se retiró por un golpe en el cuello recibido la acción polémica del portero Andrés.

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La sala de máquinas del Sporting no generaba peligro para sus delanteros, que no aparecían lo suficiente, y el Levante caminaba tranquilo, incluso tomando el control del balón y creando peligro. El equipo de Albés se atropellaba, no había una buena circulación, ni tampoco pases entre líneas. Los de Calero aguardaban su ocasión a la contra y Olaetxea tuvo que cortar una salida con peligro, lo que le costó la primera amarilla del partido.

El equipo rojiblanco flojeaba y, encima, se mostraba inesperadamente inocente. Así llegó el segundo zarpazo visitante. En una falta a Carlos Álvarez, Giorgi Kochorashvili amagó con centrar al área, pero, viendo que el meta Yáñez se adelantaba y daba dos pequeños pasos a la derecha, lo engañó y envió el libre directo al otro lado de la portería del Sporting. Sin intermediarios. Drama.

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El paso por los vestuarios dejó a los mismos protagonistas sobre el terreno de juego. Otero, por dos veces, lo intentó. Primero, con un servicio de Cote y, después, en una serie de rebotes tras un saque de esquina. El colombiano se mostró activo en estos primeros minutos y dio guerra a un Levante bien armado atrás. Al acoso rojiblanco al área visitante también se sumó Gaspar con un chut que se fue arriba. Y también Dubasin en una de las mejores jugadas ofensivas de los locales. Cote levantó la cabeza y con mimo centró al segundo área, donde apareció 'el Pingüino' para cabecear, como mandan los cánones, hacia abajo, el balón al fondo de las mallas.

Con el 1-2 en el marcador, el equipo rojiblanco creyó en sí mismo. Más rápido, más creativo, ante un rival bien pertrechado atrás. Albés movió ficha. Queipo ocupó la plaza de Bernal para ayudar a que su equipo se moviera a los espacios. Después fue Campuzano el que sustituyó a Dubasin. Y, a continuación, Pablo García dio descanso a Cote. El asedio fue total, con un Sporting volcado, pero no hubo más movimientos en el marcador.

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