«Asturias puede convertirse en referente de la investigación biomédica»

-¿Cómo ve el cambio de la región durante este tiempo?

-España ha pasado desde entonces dos crisis muy importantes. Sigo la actualidad asturiana, y su evolución es la de España. Una faceta que desconocía es este interés que se ha suscitado por el sector biomédico en términos de innovación, que no existía hace 20 años. La innovación en el campo bio, junto con la transición ecológica y la digitalización, va a ser uno de los vectores que va a marcar el desarrollo de las sociedades avanzadas.

-El sector al que representa cuenta con 45.000 empleos directos, 5.000 de ellos en investigación. ¿Qué posición tiene Asturias?

-El sector está muy concentrado en Madrid y Barcelona por razones históricas. Eso hace que haya muy poca implantación industrial en el resto de comunidades. Pero los centros donde se desarrolla la investigación, especialmente hospitales, están en toda España. Por tanto, esa oportunidad, porque la investigación es abierta y colaborativa, existe para todas las regiones. Las compañías van a buscar talento donde exista.

-¿Tiene la región alguna ventaja para expandirse en este sector?

-Para realizar investigación clínica se requiere un sistema muy integrado, y aquí lo está. Tiene grandes profesionales sanitarios y grandes instalaciones. El nuevo HUCA constituye un elemento tractor muy importante. Si todos entendemos que la investigación clínica que puede realizarse en centros asturianos puede generar un ecosistema que a su vez permita fortalecer otros ámbitos de la investigación, podemos convertir a Asturias en uno de los referentes en investigación biomédica.

-¿Por qué apostar por la investigación clínica?

-Ofrece muchas ventajas: que los pacientes accedan a tratamientos novedosos; ofrecer a los profesionales una actividad complementaria a la asistencial que les permite estar a la vanguardia del conocimiento y en contacto con profesionales de otras partes del mundo; el flujo de recursos que de las empresas va a los hospitales y que desahoga los presupuestos públicos... Y hay una cuarta: genera un ecosistema que permite que se desarrollen otros ámbitos, y eso no es suficientemente entendido.

-¿Qué dimensión puede tener este sector en Asturias?

-En el ámbito biomédico están implicadas unas 60.000 personas en Asturias. Si a partir de ahí incorporamos más recursos, talento, innovación, no solo el valor añadido que aporten esas personas va a ser mayor, sino que va a atraer a otras personas para que puedan entrar en ese ámbito. Asturias tiene que jugar ese partido, no es tarde.

-¿Qué papel debe jugar la Administración si se pretende alcanzar este objetivo?

-Una apuesta decidida pasa por diálogo entre todos los implicados, pero sin duda por una acción de las Administraciones públicas enfocada en esa dirección.

-¿Tiene posibilidades Asturias de atraer una gran empresa del sector?

-Es muy difícil. Pero en investigación clínica se toman decisiones cada día. La investigación biofarmacéutica en el mundo supone 150.000 millones de euros y la mitad es clínica. Y ahí es donde hay una verdadera oportunidad.

-¿Han sido justas las críticas a su sector por las vacunas de la covid?

-Que en un año se haya podido conseguir, con la colaboración de las administraciones, una vacuna que dé solución a esta crisis sanitaria que ha llevado a una crisis económica sin precedentes, es un hito histórico. El sector ha hecho lo que se esperaba de él. Además, en los momentos más complicados de la pandemia se ha conseguido mantener el nivel de suministro de medicamentos necesario. Y hemos sido capaces de multiplicar por tres la capacidad productiva de vacunas. Que no hayan llegado a todos los ciudadanos del mundo es un problema de distribución, no de producción.

-¿Se deberían haber liberalizado la patentes?

-Ese tema es falaz. Por mucho que cedas la patente, si esa compañía no tiene el 'know how' no puede fabricarlas.

-¿Son los precios excesivos?

-¿Cuánto cuesta una vacuna? Las más caras, quince euros, las más baratas, dos euros. La mayoría se están produciendo a precio de coste, con un marginal mínimo. Es otro debate falso.

-Los países más pobres tienen problemas de acceso.

-Para eso está la solidaridad internacional, no se puede vender por debajo del precio de coste. A esos países se les vende a precio de coste. Pero, ¿ese es el problema de que no hayan llegado? El problema es que ha habido acopio de los grandes países, el sistema de distribución no ha sido todo lo eficiente que se esperaba y hay un problema de logística en países que no tienen el suficiente grado de desarrollo sanitario. No es un tema de coste.