«La digitalización de las empresas es un proceso irrevocablemente continuo»

Tener más presencia en las redes sociales, mejor el posicionamiento en buscadores o contar con una mayor seguridad sobre los datos de los clientes; también abrir una tienda online para vender en cualquier rincón del mundo o poner en marcha una oficina virtual que facilite el trabajo desde cualquier lugar. A todas y a cada una de esas acciones se refiere la digitalización, un término que se pretenden hacer realidad en las pequeñas y medianas empresas para transformar el tejido empresarial del país. A la consecución de ese gran objetivo, el Gobierno de España destina más de 3.000 millones de los fondos Next Generation, el plan de recuperación europeo impulsado tras la pandemia. Denominado Kit Digital, este programa concede ayudas de hasta 12.000 euros a las pymes y los autónomos para atender sus necesidades de digitalización.

«El 99% de las pymes de este país tiene menos de cincuenta empleados y la productividad de los negocios está ligada a su tamaño. En una situación global y competitiva como la actual, necesitan dar un salto de calidad y tener un crecimiento que, en su mayor parte, va a tener que apoyarse en las herramientas digitales», contextualizó Rosa Bouzas, directora de pymes BBVA Noroeste en la webinar 'Digitaliza tu negocio con fondos europeos', promovida por EL COMERCIO en colaboración con la entidad financiera.

En ese escenario, estas ayudas son «la oportunidad con mayúsculas» para que las compañías «se decidan» a avanzar hacia la transformación digital y puedan «analizar las necesidades que tienen y tomar las decisiones de inversión en el área digital que puedan necesitar».

La elección no es sencilla. La digitalización es «un gran cajón de sastre» en el que cabe un «amplio abanico de soluciones» y cada empresa «tiene que ver una por una y seleccione lo que más le hace falta», incidió Borja Macía, gerente de la compañía asturiana NEA Master S. L, especializada en soluciones digitales.

Por un lado, porque los recursos de las pymes –económicos y humanos– son limitados y hay que tener claro dónde concentrar los esfuerzos; por otro, porque «cuanto más personalizado y más adaptado» esté el plan de digitalización a cada empresa concreta, mejores resultados dará, explicó Alberto Guilló, socio de la consultora Minsait Business. Eso sí, teniendo en cuenta que no puede reducirse a una inversión concreta y puntual: «La digitalización es un proceso irrevocablemente continuo que hace tiempo vino para quedarse y aportar mejoras, no para complicar la vida a nadie», recalcó.

Al hilo de esa idea, las ayudas del Kit Digital representan «un empujoncito» de la Administración, según el término que usó Guilló, a aquellos pequeños empresarios que piensen en afrontar estos cambios. Aunque el volumen de recursos que moverá el plan, anotó, «lo podemos catalogar como el plan Marshall del siglo XXI», porque «no se puede comparar con otras subvenciones nacionales o regionales que una pyme haya podido ver hasta ahora».

Para distribuir estos fondos, el Gobierno ha establecido tres tramos. En el primero, en el que se sitúan las empresas de hasta 49 empleados, se puede acceder a ayudas de hasta 12.000 euros; en el segundo, diseñado para pymes de tres a nueve empleados, las subvenciones serán de hasta 6.000 euros; y en el tercero, para autónomos o negocios con hasta dos trabajadores, se prevén bonos de 2.000 euros.

La única convocatoria abierta hoy es la primera: «Se calcula que el anuncio del segundo tramo será antes del verano y en septiembre u octubre ya será accionable; para principios de 2023 vendría el siguiente tramo», detalló el representantes de Minsait Consulting, quien señaló que la solicitud solo requiere darse de alta en el portal www.acelerapyme.es.

A partir de ahí, el solicitante podrá hacer un autodiagnóstico de la situación en la que se encuentra su compañía y acceder al catálogo de soluciones digitales, así como a la lista de proveedores homologados. Los datos introducidos y el resultado obtenido, aclaró Guilló, son «meramente informativos para el Gobierno, no es vinculante par ala pyme y se puede hacer tantas veces como un quiera».

Respecto a la recepción de las ayudas, Bouzas matizó que no pasan por la tesorería de las empresas, sino que «las recibe el agente digitalizador cuando certifica que ha hecho ese trabajo dentro de la compañía». Del mismo modo, el IVA que conlleven las herramientas digitales implantadas o los servicios de asesoramiento que requieran los empresarios tampoco están cubiertos por unas ayudas que estos tres expertos recomiendan «aprovechar al máximo para el futuro» porque «esto es una idea de negocio a largo plazo», recalcó Macía, quien señaló que se dispone de hasta un año para ejecutar la inversión. De hecho, ahondó Guilló, «lo que lleva más tiempo es la resolución de que te han validado la solicitud de obtención del bono, porque afortunadamente ha habido un aluvión, pero en no más de dos meses ya sabes si está a tu disposición o no».

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