«La capacidad de manejarse en un mundo infinito es inherentemente humana»

«Estar conviviendo con una inteligencia equiparable a la nuestra o incluso en algunos casos probablemente superior es un gran cambio que nos debe llevar a la reflexión». Lo dijo José Luis Flórez, CEO de Dive, matemático, experto en la intersección de la inteligencia artificial y el emprendimiento. que fue el encargado de aportar el toque inspirador a la gala. Habló Flórez de futuro, de la IA, de conexiones neuronales y del crecimiento exponencial. También del impacto de la IA de última generación a nivel social, medioambiental y de organizaciones.

Pero también habló de la inteligencia natural, de la que «nos hace únicos como especie», y aunque reconoció que no era fácil, tiró de «tres genios» de diferentes épocas para explicarlo. Uno, Leonardo Da Vinci y su frase «es natural en los hombres buenos la tendencia a conocer». Es decir, la curiosidad es una factor inherente a las personas «y ese es un aspecto diferencial». El segundo personaje fue Pablo Picasso quien ya en los años 60 habló de ordenadores asegurando que eran «inútiles porque solo pueden responder a preguntas». «El hecho de poder elaborar la pregunta, poder elegirla y a partir de ahí profundizar, indagar, buscar relaciones y crear es un factor claramente humano», añadió Flórez. Su tercer y último protagonista fue el empresario suizo Nicolas Hayek para quien «un emprendedor es un artista siempre creando algo nuevo, un producto, riqueza, trabajo, y siempre superando obstáculos».

«La capacidad de manejarse en un mundo que es absolutamente infinito es inherentemente humana. El infinito no es computable, con lo que es un buen punto para diferenciarse de la IA». Una frase que Flórez quiso emplear para «poner en valor la aportación y el mérito de los premiados».