«Asturias necesita atraer juventud, no depender de uno o dos sectores y que las pymes tengan más tamaño»

-¿Cómo ha visto Asturias?

-Asturias está inmersa en un proceso de transformación del modelo productivo, de lo industrial a cada vez más digital, vinculando la generación de nuevas oportunidades de crecimiento económico a las dos grandes transformaciones del país: la digital y la transición ecológica. Más de 1.200 millones de euros de los planes de recuperación ya han llegado a la región, 488 gestionados directamente por el Principado.

-¿Y cómo se puede ayudar a Asturias a cambiar su modelo productivo?

-Se necesitan infraestructuras de conectividad, que ya están llegado (en 2025 se quiere conseguir que el 100% del estado español tenga cobertura de banda ancha). Pero también se necesita la infraestructura de la innovación y la del talento. Son dos grandes activos claves para aprovechar estas oportunidades. Las capacidades de supercomputación, procesamiento en la nube, favorecer la transparencia del conocimiento, la creación de tejido de emprendedores digitales y las que son las nuevas profesiones del futuro, esos profesionales de alta cualificación que necesitarán todas esas empresas. Hay que empezar a crear todas estas necesidades sin dejar a nadie atrás, la gente del entorno rural, las pymes, y mucho menos a la gente mayor.

-3.800 empresas asturianas, 20 millones. Son sus datos sobre el kit digital en Asturias. Son casi los únicos fondos europeos que se están viendo realmente. Los empresarios se quejan del retraso y la complejidad del resto de partidas europeas. Que no llegan. ¿Qué está pasando?

-En la parte que controlo, el kit digital está llegando con impacto, también las misiones de I+D de IA, con una empresa asturiana beneficiada, y las subvenciones de IA a la cadena de valor, llegando a cinco compañías de la región. Lo que es más complejo de articular son los PERTE, porque hay que darse cuenta que de golpe llega una gran capacidad de inversión, pero son los mismos funcionarios, los mismos procedimientos, las mismas leyes y los mismos pasos. Si algo duraba 9 meses, sigue durando 9 meses. Eso es el gran drama. El presupuesto de mi Secretaría ha pasado de 300 millones a 3.000 millones por año, con las mismas personas. Nos hemos tenido que reinventar y ser imaginativos.

-La cuestión es: ¿Habrá agilización?

-El kit digital nos costó 9 meses diseñarlo. Lo hicimos a lo largo de 2021 y lanzamos tres convocatorias en 2022. Esto es lo que va a ocurrir con los PERTE, Se lleva trabajando dos años en ellos y en este 2023 llegarán con impactos porque todas las licitaciones están publicadas. Industria y los consorcios tienen que trabajar en esto. Es complejo porque si quieres tener resultados distintos tienes que hacer cosas diferentes y de manera distinta. Estamos intentando crear nuevas dinámicas en el mercado, nuevas colaboraciones público-privadas, entre grandes y pequeñas empresa y centros de investigación.

-¿Algún ejemplo de ello?

-Los proyectos Retech (Redes Territoriales de Especialización Tecnológica). Los acabamos de lanzar y permitirán poner en valor el sistema que ha emergido gracias a la candidatura del Principado a la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial...

-Que finalmente no llegó.

-No. Pero permitió descubrir un ecosistema de innovación de IA, de pequeñas empresas innovadoras que no se sabía que existían porque eran iniciativas aisladas que no habían sumado nunca. El hecho de ponerse de acuerdo para la candidatura ha hecho aflorar un ecosistema que ha permitido que a Asturias le hayamos confirmado que va a ser beneficiaria de 12 millones gracias a tres grandes proyectos: uno relacionado con la ciberseguridad, coordinado con otras comunidades; otro, junto a Cantabria, de digitalización del patrimonio histórico y prehistórico; y uno más, junto a Cantabria y Baleares, de destinos turísticos inteligentes.

-Dice que surge a raíz de aflorar un ecosistema regional, pero suena más a compensación.

-Surge a raíz de ello. Es obvio que para la agencia, si hay 15 candidaturas, 14 se van a sentir decepcionadas.

-Decepción porque todos los que respaldaron la candidatura, empezando por el Gobierno del Principado, aseguraron que la región cumplía con creces todos los parámetros.

-Todas las candidaturas se han volcado, pero la decisión de política territorial ha sido difícil. Al final tienes que optar por otros criterios, no solo técnicos, de conectividad internacional a nivel de aeropuertos, a nivel de impacto económico... Lo importante, al final, es descubrir ese ecosistema. De hecho, Asturias nos había planteado ya hace unos meses proyectos emblemáticos en ese ámbito y nos dimos cuenta de que esas iniciativas valían la pena, pero que no las podíamos encajar en ningún PERTE nacional. Por eso articulamos esos proyectos Retech.

-¿En qué campos de la IA considera que Asturias tiene más posibilidades de posicionarse?

-En las propias aplicaciones de la IA, gemelos inteligentes, espacios de datos para el turismo pensando en el turismo ecológico e innovador... Otro ámbito en el que está muy fuerte es en temas de ciberseguridad, y también está demostrando interés en el blockchain. Son ámbitos que no se eligen por aprovechar la oportunidad desde un punto de vista oportunista, sino porque realmente podemos invertir en cosas que pueden anclarse al territorio porque ya existe un tejido preparado para ello.

-¿Y cuáles son los puntos débiles del Principado?

-Es un problema generalizado en España, sobre todo en ámbitos deslocalizados de grandes capitales. Hay que ser capaces de atraer y retener la juventud, que si se va no sea porque no encuentre aquí las oportunidades. De ahí es muy importante el mundo del emprendimiento, de la digitalización. Hoy en día puedes trabajar desde Asturias para Silicon Valley. Las personas ya no van a ir a trabajar donde están las empresas sino que estas se van a instalar donde esté el talento, que a su vez atrae más talento e inversión. Los valores únicos que tiene el Principado como calidad de vida, equilibrio natural, pueden ser muy atractivos para esos profesionales del futuro. Y otro punto débil de Asturias puede ser la necesaria diversificación, que no se dependa de uno o dos sectores, y la necesidad de tener más tamaño en nuestras pymes.

-Uno de los objetivos de la nueva ley de startups es, precisamente, la atracción de talento.

-Hay muchos asturianos liderando tecnológicas a nivel mundial y grandes centros tecnológicos. Esa reforma de startups da muchas posibilidades de repatriar ese talento español que está fuera. También facilita atraer a población extranjera de alta cualificación que se instale en Asturias y pueda crear esos ecosistemas de colaboración con los profesionales locales y sus empresas.

-Respecto al crecimiento de las pymes, es uno de los grandes retos de la economía nacional...

-Tenemos que crecer en dimensión. Sería mejor tener menos pymes y más grandes, que nuestras pequeñas y medianas empresas se adapten a la digitalización, no se queden atrás, y las ayudemos a crecer más y más rápido, que tengan más masa crítica y más capacidad de crear empleo de calidad.

- Uno de los grandes handicaps de las startups es, precisamente, escalar.

-Por eso le he comentado al consejero de Innovación y al rector lo importante que sería para Asturias que se creara un fondo de inversión industrial entre las grandes y medianas empresas del territorio. Sería para invertir en las pequeñas para poder ayudar a la innovación abierta y tener capacidad de escalar de una manera rápida, porque las ventajas competitivas se pierden en poco tiempo. Y que nosotros, a través del fondo Next Tech, que estamos gestionando con el ICO, pudiéramos doblar esa cantidad.

- Se plantea como ambicioso reto lograr tener 10 unicornios más en España en 2025 . ¿Ve en Asturias posibilidades de germen de alguno de ellos?

- Espero que sí. Me han comentado varias empresas que están surgiendo del ecosistema universitario y de las grandes empresas. Y estamos viendo un nivel altísimo de formación. También he podido hablar con distintas catedráticas del ámbito de Ciencias de la Computación y de IA. Ese es otro gran reto para Asturias y España. Que las mujeres no nos quedemos fuera de la revolución. Que haya cada vez más mujeres que estén en las ingenierías, en las carreras técnicas, creando empresas. Tenemos la línea de emprendoras digitales de Enisa, pero nos hacen falta que muchas más chicas elijan como opción carreras técnicas que son las que están transformando la industria, la economía y los modelos del futuro y ahí es un reto importante como futuro.

- ¿Cómo está evolucionando el impacto de la IA en el PIB nacional?

- Hemos empezado a medir apenas hace dos años lo que sería la contribución de la economía digital en el PIB nacional porque no hay metodología incluso a nivel mundial. Solo se miden las transacciones que se hacen con dinero, pero quedan fuera de la contabilidad las que se hacen con datos o la economía de plataformas gratuitas. Si cada vez que un español consulta la Wikipedia tuviéramos que pagar un céntimo de euro, el PIB español crecía un 5%, pero no lo estamos capturando porque no es una transacción económica. Estamos en el mundo de los datos, hay cosas que se pagan con dinero y hay otras que se pagan con datos. Se tienen que empezar a buscar nuevos indicadores que midan la economía digital porque si no no estamos midiendo la realidad, y de ahí salen burbujas especulativas como el bitcoin o las NFTs. Estamos ante empresas del siglo XXI que estamos midiendo con balances del siglo XIX.

-¿Alguna cuantificación?

-Hemos empezado a medir, de manera clásica, cuál es el impacto de la economía digital en el PIB nacional. Empezamos hace dos años y estamos alrededor del 23% del PIB. Si esto fuera un sector vertical, la economía digital ya sería la segunda industria de mayor contribución al PIB nacional, solo detrás de la construcción. El objetivo es que llegue al 40% entre 2025 y 2030. Pero para doblar esa contribución la digitalización debe abordar todos los sectores. No es que tengas que generar una industria digital que tenga que sustituir sectores, sino que todos, empezando por el turismo, la construcción y la automoción, que son los tres grandes pilares de la economía nacional, se tienen que digitalizar.

-¿Es 2023 el año de la IA? De momento lo hemos empezado con el 'terremoto' ocasionado por ChatGPT.

-El ejemplo del ChatGPT ha sido muy ilustrativo. La gente ha entendido de qué va esto, que puede interaccionar con una máquina, que puede casi pensar como yo, con un lenguaje natural. 2023 será el año de la democratización de la IA más que la economía y producción a nivel más social y nos permitirá avanzar en líneas que para España son muy importantes: desarrollar una industria de la IA en lengua española. En ChatGPT te das cuenta que se ha entrenado en inglés y luego traduce. Esto significa que aquí hay un gran potencial de crecimiento para España y Latinoamérica, de generar una industria propia de aplicaciones de IA basadas en lenguaje natural. Y el otro tema es que esto se haga desde un punto de vista ético y que estos algoritmos no estén sesgados y no discriminen. La carta de derechos digitales es un posicionamiento de España único, de absoluto liderazgo, dentro del concepto de humanismo tecnológico, poniendo a las personas en el centro de esa transformación. España y Europa se quieren posicionar como referentes tecnológicos y éticos de cómo se tiene que desarrollar la tecnología en un futuro.