«Los recursos de la Luna empiezan a considerarse estratégicos»

-¿Qué es Ispace?

-Es una compañía de transporte y exploración lunar con sede en Tokio y oficinas en Denver (EE UU) y Luxemburgo. Diseñamos y manufacturamos los alunizadores y los rovers. Los primeros son las naves espaciales que viajan desde donde los deja el cohete hasta la Luna, y descienden a ella o alunizan. Los rovers son robots que pueden llevar cámaras u otros instrumentos y se mueven por la superficie lunar. Los 'exploradores'. Además, somos una empresa de exploración, procesamos datos lunares y hacemos consultorías sobre el medio ambiente lunar y sobre planificación de misiones.

-¿Cuál es su papel?

-Soy la única especialista en la parte científica de la Luna. Junto con mi equipo, nos encargamos de seleccionar el lugar de alunizaje, analizar los riesgos, los recursos espaciales, etcétera. Procesamos información de misiones lunares, realizamos análisis de lugares de alunizaje y ofrecemos consultoría para empresas.

-¿Cuáles son los recursos más interesantes que se pueden encontrar en la Luna?

-Tiene muchos recursos interesantes para desarrollar hábitats y realizar exploración lunar sostenida en el tiempo. Hoy por hoy los más interesantes son los relacionados con combustible para cohetes. ¿Por qué? La gravedad de la Luna es mucho más pequeña que la de la Tierra, así que se necesita menos combustible para escapar de ella. Probablemente, el primer uso del combustible lunar sea para reabastecer satélites que orbitan la Tierra. Cuando uno de ellos se queda sin combustible, se mueve a la órbita cementerio y ahí queda como chatarra, aunque los instrumentos a bordo aún funcionen perfectamente. Reabastecer el satélite desde la Tierra sería tan caro que no compensa, pero desde la Luna sería más barato.

-También se habla de bases lunares y sería clave, ¿no?

-Si queremos tener una base lunar, sería impensable y muy caro llevarnos todo lo necesario a la Luna para construirla y mantenerla. Así que utilizaríamos los recursos disponibles allí directamente. Además, si queremos ir a un lugar lejano, como Marte, necesitamos mucho más combustible para lanzar el cohete desde la Tierra. Más combustible significa más peso y, por tanto, mucho más dinero. Pero, si disponemos de la logística en la Luna para lanzar los cohetes, podríamos hacer más viajes interplanetarios de manera más eficiente.

-¿Y de qué tipo de combustible se trata?

-Nos referimos a hidrógeno. Cuando este reacciona con oxígeno (oxidante) se genera energía, que es lo que utilizarían los cohetes. En la Luna hay dos maneras en las que se está considerando conseguirlo: la primera, es buscar directamente el agua (H2O) y separarla en H y O. Además, se le podrían dar otros usos al agua, por ejemplo, para astronautas si hay una base permanente. El problema es que el agua lunar está restringida a zonas muy frías de los polos (sobre todo, el sur), áreas a las que no llega la luz del sol, por lo que es complicado explorar. Sabemos que hay agua, pero no sabemos cómo de mezclada está con el suelo lunar, o cuánta hay. Estas zonas son muy sensibles, si se va allí a lo loco se pueden destruir estos sistemas, que son muy valiosos porque contienen mucha información sobre la historia de la Luna y del sistema solar.

-Apuntaba dos maneras. ¿Cuál es la otra?

-Por suerte, la luna tiene muchísima cantidad de oxígeno en los minerales y este elemento es el que se necesita en más cantidad para generar energía. Este oxígeno está distribuido por toda la superficie lunar, pero se necesita extraerlo. En este sentido, la ESA y muchas universidades están investigando técnicas de extracción de oxígeno muy prometedoras. En este caso, el hidrógeno debería llevarse desde la Tierra.

-¿Hay más recursos que puedan tener una aplicación práctica en la Tierra?

-Existen otros elementos de gran utilidad para bases lunares, pero ninguno podría ser de utilidad en la Tierra hoy en día. Hay quien habla de utilizar He3 (isótopo de Helio), que es muy escaso aquí, pero la abundancia de este elemento en la Luna es súper escaso también. No me parece muy viable, al menos a corto plazo. También existen tierras raras, pero sería más eficiente y seguro que mucho más barato ser más sostenibles con los recursos terrestres antes de traer elementos de la Luna o de asteroides.

-¿Compensa, desde un punto de vista práctico, invertir en misiones a la Luna?

-Científicamente, la Luna es un lugar apasionante porque guarda un registro de todo lo sucedido en nuestro sistema solar. Podemos estudiar sus cráteres de impacto y los isótopos que contiene el agua para saber la población de cometas y asteroides que existían en diferentes momentos de la historia del sistema solar, y el flujo de impactos que sufrió la Tierra. La Luna puede servir, además, como laboratorio. La Estación Espacial Internacional se usa para experimentos muy interesantes que se aplican a la medicina, al desarrollo de materiales... La estación se retirará en unos años, y en la Luna se podría continuar con el trabajo.

-Científicamente, sí, pero ¿económicamente?

-Económicamente, también. Sus recursos están empezando a ser considerados estratégicos por muchos países. Pruebas de ello son los esfuerzos que países como Luxemburgo, EE UU, Emiratos Árabes Unidos, Japón y otros están realizando para desarrollar un marco legal y una estructura de conocimiento y de negocios, para continuar en este camino. Un estudio del Gobierno de Luxemburgo sobre la economía que podrían desarrollar los recursos espaciales arrojó resultados que iban en el orden de billones de euros. Contando también con beneficios en el desarrollo tecnológico y científico, que impactan positivamente sobre la calidad de vida de los ciudadanos (tanto en la creación de empleo y empresas como en 'spin-offs' de tecnologías espaciales aplicadas a la Tierra).

-¿Qué me dice de la explotación turística de la Luna? ¿Puede ser lo más peligroso desde el punto de vista de la conservación?

-Trabajar en la Luna es difícil y caro, de manera que cada recurso es muy valioso. El famoso 'reducir, reutilizar, reciclar' en la Luna se lleva a otro nivel. Creo que es muy importante que, dentro de los marcos legales y políticos que establezcan países y empresas, se tomen muy en serio la sostenibilidad y la utilización responsable de los recursos lunares.