El sector TIC creció un 45% en diez años y supone el 4,6% del PIB de Asturias

Los datos estuvieron presentes en el debate que el Think Tank Tecnología de Compromiso Asturias XXI, que lidera Roberto Díaz Estrada, desarrolló en colaboración con el Cluster TIC. Una sesión donde se habló del peso del sector en su entorno por efecto transformador, sobre su exportabilidad o su carácter estratégico. Pero también sobre los límites del crecimiento empresarial, con el factor personas como principal causa. Un problema que puso sobre la mesa Alejandro Blanco, director de Organización y Relaciones Institucionales de Seresco. «La clave de la transformación digital de una sociedad y de una economía son las personas. Y falta gente capaz de traccionar con la tecnología y llevarla a término», apuntó, antes de añadir que «las personas son un cuello de botella de difícil solución porque el sistema educativo y formativo es incapaz de seguir el ritmo que demandan los ratios de crecimiento del sector».

La afirmación fue secundada por Patricio Arias, que apuntó la necesidad de una formación a medio plazo (Universidad o Formación Profesional), pero y sobre todo a corto plazo: «Hay proyectos que las empresas rechazan porque no hay profesionales para sacarlos adelante». Por eso, planteó una solución de carácter inmediato: «Necesitamos una reconversión de otros perfiles». También, indicó, facilitar la atracción de talento exterior, con muchas trabas legales por restricciones europeas.

Pero también se señaló la necesidad una orientación temprana, desde el propio núcleo familiar. «Todos los padres tenemos que ser conscientes en la orientación de nuestros hijos y plantearles el sector tecnológico como una opción clara», manifestó Eva Pando, directora del IDEPA. Aunque, eso sí, luego está su propia decisión. Y si no que se lo digan al gerente de Asturex, Bruno López: «Hace 30 años mis padres vieron la oportunidad del sector TIC y me incitaron a estudiar informática y yo estudié filología eslava», afirmó, provocando la risa de sus compañeros de mesa. La decana del Colegio de Ingenieros Informáticos, Irene Cid, aprovechó la ocasión para reivindicar una ampliación de cupos y el papel de sus profesionales.

Experiencias personales aparte, López fue quien puso sobre la mesa la dificultad añadida para las empresas del sector TIC en el ámbito de la internacionalización. «Cuando estas compañías muy disruptivas se van fuera nos encontramos con muchos problemas. Es muy difícil exportar un bien a un país sin que esté recogido cómo se tiene que hacer. Pero en el sector TIC sí ocurre: consultas de fiscalidad, normativa, dónde están los servidores...». En cualquier caso, aseguró, una de las características más positivas de esta industria es, precisamente, «que es global. A los del sector TIC, a la hora de salir fuera, hay que sujetarlos», bromeó. «Están surgiendo nichos permanentemente, y donde vas con un nuevo modelo de negocio, allí tienes oportunidades». ¿Dónde hay ahora más oportunidades? Latinoamérica y Centroamérica, sobre todo México. El 75% de lo que se produce en el sector TIC sale fuera de Asturias.

Hubo tiempo también para analizar el impacto de los fondos europeos, que si bien se cree que han dinamizado el sector, pero, apuntó Alejandro Blanco, «estamos jugando con fuego si al final las decisiones se toman porque hay una ayuda. Las decisiones se tienen que tomar porque hay necesidad y porque la tecnología ofrece una solución».