Tecnología asturiana para una transformación confiable

Por eso, con su legaltech nativa y su modelo de gestión del cambio centrada en las personas, la empresa «tuvo éxito donde otros fallaron», afirma José María Pérez, director corporativo de Futuver, recordando el desembarco de la empresa en México para llevar a cabo la conversión del Registro de la Propiedad en un registro totalmente electrónico. Había habido al menos media docena de intentos anteriores, infructuosos. La intervención de Futuver, que ya tenía experiencia previa en España, no solo consiguió acortar tiempos –de los 140 días de media en despachar cualquier documento se pasó a tres días– y gasto en papel sino también aumentar la seguridad y garantía jurídica de todo el proceso. «Como efecto colateral, el precio de la hipoteca bajó en torno a un punto», anota Miguel Fernández López, director de la Oficina de España.

Esa misma base tecnológica –que es «muy flexible»– es la que ha permitido a Futuver desarrollar soluciones a medida para todo tipo de clientes, sin importar el tamaño de las organizaciones o empresas ni el sector en el que se enmarquen. «Empezamos resolviendo el problema más complejo», como era el del Registro de la Propiedad mexicano, y a partir de ahí «hemos ido extendiendo esta tecnología a otras situaciones más sencillas y habituales en las que el problema es acreditar que se cumplen unos procedimientos predeterminados».

Por ejemplo, como se hace en el campo de la educación, la tramitación electrónica permite desde la inscripción del alumnado a la expedición de títulos, pasando por toda la gestión del curso. Es un procedimiento que Futuver ya ha implantado en tres universidades de Panamá, a las que pronto se sumará una cuarta.

El componente innovador de estas herramientas es que son «cien por cien trazables, muy estrictas y jurídicamente seguras»; garantizan la inalterabilidad de la información porque «están diseñadas desde cero para ser un sistema inalterable. Ni nosotros, que somos los programadores podemos alterar esas información», subraya Miguel Fernández.

Ahora mismo, Futuver está concluyendo el proceso de digitalización del registro de buques de Panamá, que abarca el 16% de las naves que conforman la flota mundial. También han trabajado para colegios profesionales como el de Arquitectos de Asturias –facilitando los visados electrónicos– o el de Abogados de Oviedo –en la gestión del turno de oficio y la comisión de justicia gratuita– o grandes empresas como Cosentino.

La otra línea de trabajo de Futuver, la de la gestión del conocimiento, con la herramienta Idinet, les ha abierto la puerta de centros tecnológicos, organismos y empresas tanto españolas como iberoamericanas (de hecho, el 80% del negocio del grupo está fuera de España). Los centros de investigación IMDEA, en la Comunidad de Madrid; la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco (IHOBE) o la Agencia de Turismo de Baleares y la Sociedad Regional de Turismo de Asturias son algunos ejemplos de entidades cuya gestión electrónica lleva el sello Futuver.