Un paseo sobre la autopista 'Y'
El viejo puente de piedra de Renfe en Serín, en desuso desde 1978, se reabre el jueves como camino peatonal La senda de Serín tendrá en 2011 casi 4 kilómetros, al acercarse a Villabona
PPLL
Lunes, 5 de julio 2010, 10:10
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Hace 32 años, Renfe completaba la doble vía sobre la autopista 'Y' y, como consecuencia de ello, dejaba en desuso el puente ferroviario de piedra en el mismo corazón de la parroquia de Serín. Se cerraba una parte de la historia de la pedanía, un punto de conexión entre los barrios de El Espín, donde se encuentra la iglesia parroquial y la propia estación ferroviaria, y La Vega. No en vano, aunque con el consiguiente peligro, muchos vecinos pasaban por el citado puente de piedra de un lugar a otro, como única forma de salvar la barrera de la autopista, de apenas quinientos metros lineales, pero totalmente infranqueable para los peatones. Los trenes de Renfe pasaban, en ocasiones, a muy pocos metros de los paseantes aunque, que se sepa, nunca se produjo accidente alguno.
Ahora, más de seis lustros después, El Espín y La Vega están de nuevo conectados a través del puente de piedra, pero con unas condiciones de seguridad totales y por mor de una senda peatonal. Son apenas 778 metros de longitud que terminan con el aislamiento de los vecinos de Serín y que tienen su punto más espectacular sobre la misma autopista 'Y', a no menos de 25 ó 30 metros de altura, desde donde se observa el tráfico de vehículos y, también, se escucha el ruido de la circulación, por momentos ensordecedor. Es una pequeña, pero muy valiosa zona de paseo, que tendrá su continuidad este mismo año, como confirmó a EL COMERCIO el concejal de Mantenimiento Urbano y Rural, Faustino García 'Tino Venturo', por la misma antigua caja de Renfe hasta las cercanías de la prisión de Villabona.
Cesión de uso
Será inaugurada el próximo jueves y es una de las viejas aspiraciones de los vecinos de Serín. El puente de piedra estuvo abandonado durante decenas de años. De hecho, Vicente Álvarez Areces, cuando era alcalde de Gijón, ya intentó que Renfe cediera el uso al Ayuntamiento para su mejor aprovechamiento, en aquella ocasión de manera infructuosa. Ahora, el municipio logró esa cesión por 40 años y, desde entonces, se puso en marcha este proyecto de senda peatonal, que diseñó el arquitecto Valentín Arrieta y que supone, como elemento más singular, la colocación de doce arcos de 3,85 metros de altura sobre el puente, colocados de forma intercalada con respecto a los once arcos que tiene el propio puente de piedra 'manteniendo su misma luz y ritmo'.
Uno de los problemas importantes a salvar era la seguridad y el concejal Tino Venturo reafirmó que se han hecho todos los esfuerzos para, salvando cuestiones estéticas, impedir cualquier tentación de suicidio desde una zona de tan considerable altura sobre la misma autopista. Para ello, se ha colocado una protección total hasta la misma altura de los nuevos arcos y, por encima, una valla metálica patentada por una fábrica alemana, que ofrece toda la seguridad y un impacto visual más bien escaso, sobre todo para los usuarios de la autopista.
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Es la forma más correcta que se entendió que se podía dar a esta cuestión de la seguridad una vez descartada la posibilidad de hacer una cubierta cerrada sobre el puente que, en un futuro, podría originar más problemas, incluso por la presencia de transeúntes bajo la misma.
Además, se han dispuesto unos paneles solares para aportar energía a las farolas de acero galvanizado, inspiradas en los postes férreos que sujetaban la catenaria, y que permitirán utilizar la senda en horas nocturnas. La obra ha sido realizada por la empresa Contratas Gonzalo Pérez S. L., con un presupuesto algo superior a los 400.000 euros, a cargo de los denominados 'fondos Zapatero' para las haciendas locales.
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De esta forma, el puente de piedra de Serín, esta obra de ingeniería construida en 1870, volverá a dar servicio a los ciudadanos y a recuperar su utilidad, que será aún mayor cuando, dentro de unos meses, la nueva senda que enlaza con el barrio de La Vega, se prolongue por la caja de Renfe hasta el entonque del camino que sigue hasta La Gallinal, muy cerca ya de Villabona. La obra, como reconoció Tino Venturo, ya tiene el proyecto redactado y se financiará, al menos en parte, con el dinero que aporta Cogersa a los municipios colindantes al basurero central de Asturias. Serán, entonces, algo más de cuatro kilómetros de camino peatonal y un cordón umbilical para la parroquia de Serín.
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