La sequía pone en jaque la cosecha de manzana

La sequía de este año está afectando a las distintas actividades del agro asturiano y la manzana no va a ser una excepción. Según apuntan distintos expertos del sector el calor y la poca agua de los últimos meses ha hecho que los árboles estén «estresados», lo que se traduce en que, a pesar de tener fruto en sus ramas, las manzanas se caen antes de tiempo al no tener el árbol suficiente fuerza para aguantarlas.

Precisamente la falta de agua es uno de los motivos que hace que este año la cosecha venga tardía, un aspecto que puede ser beneficioso si en las próximas semanas cambia la tendencia y las lluvias se instalan de manera definitiva en la región, ya que permitiría que el fruto engordase hasta bien entrado octubre e, incluso, primeros de noviembre.

Desde la Agrupación Asturiana de Cosecheros de Manzana de Sidra (Aacomasi), su presidente Álvaro Menéndez, indica que «la sequía va afectar más a las variedades tempranas. Ahora lo importante es que llueva para que las tardías se recuperen». El presidente de este colectivo que aglutina a en torno a 350 cosecheros de manzana por toda la región apunta también que el calor ha hecho en las últimas semanas que «la fruta se caiga del árbol y también hay algo de gusano en algunas zonas. Se nos junta todo y en el sector hay algo de nervios». En lo que respecta a la cantidad, Menéndez apunta que, aunque es año par y siempre es de menos cantidad que la de los ejercicios impares, «va a ser todavía menor de la que esperábamos. Los árboles tienen menos fruta de los que deberían, aunque es una cosecha irregular y hay zonas de Asturias que están mejor que otras».

Similar opinión se tiene en el seno de Sidra Trabanco, una de las principales compañías elaboradoras de sidra del Principado y que cuenta con distintas plantaciones repartidas por la región destinadas a aportar materia prima para elaborar su producto: la sidra de manzana seleccionada.

«La sequía está afectando mucho. Hay bastante manzana pero es de tamaño pequeño y los árboles están estresados por la falta de agua. Nosotros vamos a retrasar la recogida todo lo posible para ver si llueve y se recupera el fruto», adelanta el lagarero Samuel Trabanco, quien reconoce que «o llueve y la fruta toma los nutrientes que tiene que tener para hacer un producto de calidad o nosotros daremos por perdida la cosecha de este año». De hecho Samuel Trabanco, que cuenta ya con 110 hectáreas dedicadas a la producción de manzana de las que en 2013 espera obtener una producción de 800.000 kilos, señala que «como vengan más años como este habrá que ir pensando en poner riego en las pumaradas si queremos tener cosechas de calidad».

Por su parte desde el Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias, su gerente, Reyes Ceñal, confirma también que «la sequía está provocando que, en cierto porcentaje, la manzana no esté madura y a algunos árboles se les cae el fruto porque les falta agua. El calor puede hacer que la cosecha sea menor de lo esperado».

Pese a esta circunstancia Ceñal confía en que la cosecha sea similar o mayor a la de 2010 (hay más elaboradores y pumaradas inscritas en el Consejo Regular), cuando se recogieron 1.389.703 kilos de fruto que sirvieron para elaborar 1.043.747 litros de sidra de la que se comercializaron 1.334.500 botellas con la contraetiqueta de la denominación.