Extraen 50 restos paleontológicos de «gran valor» del yacimiento de Cuerres
Mañana geólogos, paleontólogos y un arqueólogo de Patrimonio analizarán la cueva con el fin de autorizar el inicio de las excavaciones
TERRY BASTERRA oriente.co@elcomercio.es
Jueves, 25 de octubre 2012, 06:45
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El yacimiento de Cuerres podría ser un filón en lo que a la aparición de huesos de animales de la época del Cuaternario se refiere. Y es que sólo en las primeras incursiones en esta cueva riosellana se extrajeron unos «cincuenta restos paleontológicos de gran valor», según aseguraron ayer mismo fuentes de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte; unos huesos que se encuentran actualmente en las dependencias del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo.
Por el momento, según pudo saber este diario, entre los vestigios descubiertos no se ha localizado ningún resto humano y lo hallado pertenece principalmente a grandes animales de aquella época como pueden ser los rinocerontes lanudos o también un gran cráneo de bisonte. Tampoco se ha distinguido hasta el momento ningún hueso que perteneciese a algún mamut, en contra de lo que apuntaban algunas fuentes. Y es que, a tenor de los testimonios del puñado de personas que han bajado a esta cueva, lo que se ha extraído puede ser sólo la punta del iceberg en comparación con todos los restos óseos del Cuaternario que descansan en el subsuelo de la finca La Ruxidora, en Cuerres, a la espera de ser analizados.
Con el objetivo de proseguir con las investigaciones, desde la Consejería de Educación, Cultura y Deporte se ha indicado que mañana mismo un equipo compuesto por geólogos y paleontólogos, además de un arqueólogo que trabaja para la Dirección General de Patrimonio, bajarán al yacimiento riosellano para comprobar 'in situ' el estado de la gruta y ver si es viable autorizar el permiso de excavación para que prosigan las indagaciones en esta cueva.
La existencia de este yacimiento la hizo pública en exclusiva EL COMERCIO el pasado 6 de febrero y su hallazgo fue, cuanto menos, peculiar. Lo propietarios de la finca La Ruxidora, Pedro y Alejandro García, se toparon por casualidad con un agujero en la tierra mientras trabajaban el pasado verano en las obras de construcción de una vivienda. La curiosidad les venció y una vez dentro de la gruta se dieron cuenta de que allí abajo podían haber descubierto algo importante.
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Decidieron ponerse en contacto con el Principado para informar de lo sucedido y días después se personó en Cuerres un equipo de la Facultad de Geología de la Universidad de Oviedo, encabezado por el profesor Diego Álvarez Lao, quien confirmaba el hallazgo a este diario a principios de este mes de octubre. Álvarez Lao manifestaba entonces que «hemos encontrado huesos y es cierto que por sus características parecen tener relativa importancia, pero de momento el estudio de los mismos se encuentra en una fase muy inicial».
Desde la Consejería de Educación, Cultura y Deportes también se apuntó que aquellos huesos de grandes dimensiones y bien conservados pertenecían, según se desprendía de las investigaciones iniciales, a «la época del Cuaternario, con una antigüedad comprendida entre los 40.000 y los 20.000 años».
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Sin haberse realizado aún análisis fiable alguno, como el del carbono-14, algunos de los expertos que pudieron tener acceso a los restos apuntaron que podían pertenecer a la última glaciación dentro del Cuaternario, un periodo que se divide en dos ciclos, el Pleistoceno y el Holoceno. Esta época de la historia se caracteriza por la aparición del Homo Sapiens sobre la Tierra, un gran predominio de los mamíferos y la presencia de una flora y una fauna de similares características a la actual.
Nada más hacerse pública la noticia de que había aparecido un nuevo yacimiento en Cuerres que podría tener cierta importancia fueron muchos los curiosos que se acercaron hasta la localidad para colarse en la finca y tratar de acceder al yacimiento. Por fortuna la entrada a la cueva es difícil de localizar, lo que le ha servido de protección natural ante posibles furtivos que quisiesen apoderarse de los huesos para su disfrute personal o para venderlos en el mercado negro.
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Algunas fuentes señalan que las cuevas de la época del Cuaternario son relativamente frecuentes en el subsuelo de los concejos de Ribadesella y Llanes. Y que, concretamente la de Cuerres, podría haber sido una especie de trampa natural para animales debido a la gran cantidad de ejemplares que se han encontrado en ella en las primeras exploraciones y a que muchos de los esqueletos allí presentes se encuentran prácticamente intactos. Otras teorías también apuntan a la posibilidad de que pudiera ser una especie de fosa común donde los lugareños de aquella época arrojaban los restos de sus capturas de caza.
«La pieza del puzzle»
Por su parte el Ayuntamiento de Ribadesella, por boca de su alcaldesa, Charo Fernández Román, no dudó en pedir, nada más conocer el descubrimiento, que esos restos se estudiasen e investigasen para determinar su valor científico ya que entendía que, en caso de confirmarse la importancia del hallazgo, «el concejo se reafirmaría como la capital de la prehistoria por excelencia». De hecho la regidora llegó a asegurar que la aparición en el subsuelo del municipio de restos óseos de animales del Cuaternario era «la pieza del puzzle que le faltaba a Ribadesella para tener señas históricas de todas las épocas relevantes de la historia».
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Y es que en Ribadesella hay restos de distintas etapas de la prehistoria como son el Ordovicio, el Jurásico y, sobre todo, el Magdaleniense. Son varias las cuevas con restos de presencia humana y animal que alberga este concejo pero, sin duda, la más destacada es la de Tito Bustillo por la importancia de los hallazgos realizados en ella.
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