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Pablo Rodríguez cruza la línea de meta en primera posición en el Festibike Criterium disputado en Madrid, perteneciente al Red Hook. :: POLO&BIKE
Ciclismo

El avilesino Pablo Rodríguez hace historia

Campeón de Asturias élite en contrarreloj, la pasada campaña probó la emergente moda del ciclismo urbano y ya es un especialista El avilesino fue el primer español en la general del Red Hook sin disputar todas las carreras

SANTY MENOR

Domingo, 29 de diciembre 2013, 01:23

Porque los deportistas lo son desde que nacen hasta que mueren, Pablo Rodríguez (Avilés, 1979) no ha dejado de lado su deporte favorito pese a las grandes obligaciones laborales y familiares que tiene y a sus 34 años se ha convertido en el mejor ciclista urbano de España, merced a su cuarta posición en el Red Hook, campeonato internacional que valora los puestos obtenidos en las cuatro 'Festbike Criterium' que se celebran cada año en Barcelona, Madrid, Milán y Nueva York.

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Amante del ciclismo, Rodríguez estuvo cerca de convertirse en profesional, pero a los 22 años lo dejó al no verse «capacitado» para ello. «El ciclismo requiere mucho esfuerzo y yo no me vi con posibilidades de llegar a algo serio. Viéndolo con perspectiva creo que no me equivoqué. Sigo pensando igual que cuando tenía 22 años». El avilesino militó tres temporadas en el Ciudad de Oviedo y fue firmado por el equipo gallego Súper Froiz, uno de los más potentes de aquella época, con el que compitió hasta sub23, corriendo por toda España y también por Portugal. «Gané algún campeonato de Asturias y recuerdo buenos puestos en alguna que otra carrera, pero con 22 años te planteas el futuro y yo veía muy difícil dar el salto a profesional, además de que es un deporte muy sacrificado. Tienes que vivir por y para ello».

Después de estar cinco años parado, a los 27 se volvió a subir encima de la bici para competir durante dos temporadas en ciclo-cross, que es una modalidad invernal en la que los ciclistas corren por prados embarrados con bicicletas muy parecidas a las de carretera. «Entrené duro, pero la verdad es que era algo mucho más amater, por matar el gusanillo».

Rodríguez volvió a tomarse un tiempo de descanso y dos años después, ya con 31, regresó a la carretera para competir en la categoría élite, en la que se proclamó campeón de Asturias las dos últimas temporadas con el equipo Costrucciones Paulino.

Este año, animado por «chavales jóvenes que conocían la disciplina», el ciclista avilesino se animó a probar el 'piñón fijo' o el ciclismo urbano, que se trata de una modalidad en la que los participantes utilizan bicicletas de carretera sin frenos ni cambios y compiten por circuitos urbanos.

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Su primera toma de contacto con la disciplina fue una carrera en Gijón, en la que fue segundo, después acudió a Barcelona y fue tercero, logró la séptima plaza en el Festbike Criterium, también en la ciudad condal, valedero para el Red Hook, ganó en Madrid en la segunda prueba y fue cuarto en Milán, sin poder acudir a Nueva York. «Ser el cuarto del Red Hook sin poder correr las cuatro carreras es para estar contento, pero no es fácil compaginar el trabajo en la tienda -Four, en Fernández Balsera-, la familia -acaba de tener su segundo hijo- y los entrenamientos. Seguiré compitiendo mientras prueba, porque me encanta, pero cada vez es más complicado».

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