El Molinón espera a Bruce Springsteen y su ‘Wrecking Ball’ el 9 de mayo

Veinte años después de su primera vez en Gijón, Springsteen podría instalar de nuevo su escenario en El Molinón. Aunque el Consistorio guarda silencio, no sólo son conocidas ya sus negociaciones con la discográfica para que el Boss traiga a la ciudad a la segunda parte de su gira Wrecking Ball con la que el año pasado arrasó en público y ventas, sino que se da por fija una fecha: el 9 de mayo.

Una cita en la agenda que da por hecho, por ejemplo, la revista Rolling Stone, que sitúa a Gijón en el rosario de siete ciudades españolas junto con Zaragoza, Valladolid, Vigo, Oviedo, Granada y Málaga. Lo mismo ocurre con la web oficial de fans, la consolidada Point Blank, en la que Gijón aparece en todas las quinielas.

De hecho, el propio Sporting está revisando su calendario de juego, ya que el 12 de mayo tiene fijado partido en casa, es decir, tan sólo tres días después de que más de 44.000 personas la cifra a batir tras lograrla en su concierto gijonés de 2003 hayan vibrado con el Boss.

De que la superará dan fe los últimos conciertos que ha ofrecido el de New Jersey, puesto que este último disco, el más indignado de su carrera según su propia definición se está convirtiendo en la sintonía de protesta contra la crisis, especialmente la demoledora Wrecking Ball, la canción que da nombre al álbum y a la gira.

También resulta garantía de éxito sus experiencias previas en la ciudad, ya que en 1993, un 7 de mayo, logró 35.000 asistentes. Y en 2003 subió la cifra a los 44.000 ya citados. En la primera ocasión, sin su E Street Band, repasó su discografía, con canciones que ya son himnos, como The River, Born in the USA y Hungry Heart.

No las cantó en 2003, cuando volvió a repetir mes actuó el 15 de mayo para presentar junto a su mítica banda el álbum The Rising, aunque sí dejó momentos imborrables, como la presentación de Waiting on a sunny day. Sí podría cantarlas de nuevo en 2013, si se confirma su cita el 9 de junio, por aquello de que veinte años no son nada.