«Ya me parecía que había poca gente», cuenta un matrimonio despistado por El Cristo
L. FONSECA
Martes, 17 de junio 2014, 00:23
Mientras La Cadellada empieza a dar sus primeros pasos, El Cristo va muriendo poco a poco. El vetusto y desconchado Hospital Central de Asturias se va quedando solo. Recorrer estos días sus pasillos se asemeja a hacerlo por una ciudad fantasma. Pasillos vacíos, sillas solitarias, consultas cerradas, aparcamientos libres y silencio. Mucho silencio. El único sonido que se oía durante la mañana de ayer era el de los carros de mudanza atravesando los viejos pasillos que comunican los diferentes edificios del complejo. Del General al Covadonga, y de ahí al Materno. Sin pacientes, sin trabajadores, sin apenas vida. Apenas unos pocos usuarios, la mayoría de ellos despistados. Como María Ángeles y Gaspar, que buscaban el hongo de su consulta de Neurología en policlínicas. Pasillo arriba pasillo abajo intentaban dar «con nuestro doctor». Este matrimonio de jubilados no sabía que el viejo HUCA, su hospital de toda la vida, se había trasladado. «Ya me parecía a mí que había muy poca gente», confesaba ella. Mientras tanto, a la puerta de Urgencias, en los bajos del Hospital Covadonga, una familia rumana leía el siguiente cartel: 'Servicio cerrado. Acudan al nuevo hospital. Por favor, disculpen las molestias'. «¿Sabes dónde está ese nuevo hospital», preguntaban padre, madre e hijo a EL COMERCIO.