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Una de las resonancias magnéticas del nuevo HUCA.
El HUCA hará resonancias en sábados y domingos ante las abultadas esperas

El HUCA hará resonancias en sábados y domingos ante las abultadas esperas

El centro activa un plan de choque tras detectar que 10.500 pacientes aguardan por esta prueba y otros 7.000 por un escáner. Se descarta la reapertura de El Cristo al resultar más caro

LAURA FONSECA

Domingo, 8 de febrero 2015, 00:42

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Escáneres y resonancias en sábados y domingos para atajar las abultadas listas de espera del HUCA. El Hospital Universitario Central de Asturias proyecta abrir los equipos de radiología también en fines de semana tras detectar elevadísimas demoras que, en ocasiones, superan el año. La dirección del complejo de La Cadellada está confeccionando un plan de choque del que se tienen ya las líneas maestras y que en breve será presentado al Servicio de Salud del Principado (Sespa). Según ha podido saber EL COMERCIO, se descarta una iniciativa que resultó más que polémica, como fue la reapertura de los equipos de radiología del viejo hospital de El Cristo. Esta decisión, que se mantuvo operativa apenas tres meses, fue llevada a cabo con la oposición de los profesionales de Radiodiagnóstico y acabó provocando la marcha del hasta entonces jefe de servicio, Serafín Costilla, quien presentó su dimisión en señal de protesta. La marcha atrás del hospital se produce tras conocerse los resultados de un estudio comparativo que concluye que resulta más caro (11.000 euros) reabrir dos equipos de resonancia de lunes a viernes en el antiguo complejo, que hacerlo en fines de semana en la propia Cadellada.

LAS CIFRAS

  • pacientes a la espera de realizarse un escáner o una resonancia en el nuevo HUCA.

  • días de demora máxima para una prueba radiodiagnóstica en La Cadellada.

  • son los equipos que se abrirían en fines de semana en el HUCA. Funcionarían mañana y tarde.

Así las cosas, y a la espera de que el Sespa dé el visto bueno a la iniciativa aprobada ya por la Comisión de Dirección del HUCA, es más que factible que en las próximas semanas los pacientes del Hospital Central pendientes de una prueba radiológica reciban citaciones para acudir al HUCA en sábados y domingos. El hospital adopta esta decisión de carácter extraordinario tras constatar que las demoras «se han ido literalmente de las manos», según confiaba una fuente sanitaria. En estos momentos hay más de 17.500 pacientes pendientes de una resonancia y un escáner en el nuevo hospital. El grueso de esa cifra es para resonancias, donde hay una bolsa de más de 10.500 enfermos. Se trata en la mayor parte de los casos de personas que están a la espera de ser diagnosticadas y que necesitan someterse a este tipo de prueba para confirmar o descartar si sufren algún tipo de dolencia.

La mitad, sin citar

Tal es el atasco que vive en estos momentos el área de radiología del HUCA, que el hospital trabaja con dos listas de espera: una, la oficial, en la que figuran más de 5.500 pacientes en resonancias, y una segunda con otros 5.000 enfermos, que irán siendo incorporados a la bolsa de citaciones a medida que se vayan produciendo vacantes. Algo similar ocurre con los escáneres (TAC), aunque aquí el total de enfermos afectados es algo menor: unos 7.000. De ellos, 3.600 ya figuran en lista de espera y el resto se encuentra en el apartado de 'pacientes sin citar'.

Según datos a los que ha tenido acceso EL COMERCIO, la demora media para una resonancia magnética en La Cadellada está en casi cinco meses. Para un escáner, tres meses, lo mismo que para una ecografía. Para una mamografía hay algo más: 140 días, aunque si se trata de una prueba de carácter diagnóstico, la demora baja a un mes.

Pero estos son sólo promedios detrás de los cuales se esconden tiempos máximos de hasta un año para una resonancia o un escáner. De hecho, el HUCA reconoce tener casos de pacientes que han tenido que aguardar hasta tres años para un TAC o una resonancia. En concreto, las demoras máximas en este tipo de pruebas rondan los 1.090 y los 1.210 días. Lo más preocupante, señalan fuentes sanitarias, es cuando se trata de pacientes que necesitan confirmar o descartar una enfermedad.

Y es que una resonancia diagnóstica tiene ahora mismo en el HUCA una demora superior a los 140 días; un escáner, 90 días y una ecografía, 50. En la práctica esto supone que un enfermo puede ver demorado su diagnóstico hasta casi cinco meses. Precisamente fueron estos elevados plazos de espera los que llevaron tiempo atrás a diferentes asociaciones de pacientes, entre ellos la de alzhéimer, a denunciar la situación y recabar el apoyo de la Junta General del Principado.

En La Cadellada hay ahora mismo tres equipos de resonancia magnética y cuatro de escáner. A lo largo de 2015 se incorporará un quinto. El problema no es sólo la realización de las pruebas, sino también del estudio que se hace de ellas y que contribuye al diagnóstico del paciente en el menor tiempo posible. La consecuencia del colapso que viven éste y otros servicios del HUCA no está sólo en la creciente demanda asistencial, sino también en los recortes aplicados en sanidad.

Según datos que apuntó en su día IU, entre 2013 y 2014 se amortizaron casi 800 puestos eventuales. Además, el nuevo modelo de jornada que el Sespa implantó a mediados de 2012, los efectos de la huelga médica de ese mismo año y la decisión de eliminar las polémicas peonadas, han provocado un efecto disparador sobre las demoras, que desde entonces no han hecho más que crecer en casi todas las áreas.

Dos equipos, mañana y tarde

El plan de choque que contempla el HUCA pasa por la apertura de dos equipos de resonancia magnética en sábados y domingos, que funcionarían en horario de mañana y tarde. Dos médicos de guardia se harían cargo de las pruebas y estarían apoyados por dos enfermeros y cuatro técnicos, que serían contratados expresamente para esta función. La fórmula escogida por el HUCA para abonar este trabajo extra sería la denominada guardia mixta (de 8 a 22 horas se consideraría guardia de presencia física y de 22 a 8, de guardia localizada). La pretensión del hospital es la de realizar unas 380 pruebas al mes.

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