Padres en su día a día
Hoy es su fiesta, la de los hombres que se esfuerzan por transmitir valores a sus hijos y lograr que se sientan orgullosos de ellos
ÁNGELA S. CIFUENTES
Sábado, 19 de marzo 2016, 03:09
Buscan lo mejor para sus descendientes y en la mayoría de los casos lo consiguen, a pesar de que no lo tienen fácil para desarrollar su tarea. Gadiel, separado y padre de un niño de 8 años; Alfonso, con cinco hijos -cuatro niñas y un niño, el último, de tres semanas-, y Víctor, con dos hijas -una biológica y otra adoptada-, son tres ejemplos de padres coraje con un objetivo común: transmitir a sus hijos los valores fundamentales para que se conviertan en buenas personas. Hoy es su día.
Alfonso Paredes comenzó su hazaña hace ya doce años, cuando nació su primera hija, Gabriela. Desde entonces fue todo rodado, pues este abogado ovetense de 39 años, afincado en Gijón desde hace tres, ha sido padre de su quinto hijo hace tan solo tres semanas. «En un primer momento, te puede parecer una locura tener a cinco pequeños en casa, pero con un poco de organización y mucho sentido del humor todo se supera. Lo más importante es que crezcan en el seno de una familia en la que prime el buen ambiente», explica.
En casa de Gadiel García (Bruselas, 1976) no hay tanto jaleo como en la de Alfonso. Vive en Gijón con sus padres y con su hijo Derek, de ocho años, del que consiguió la custodia exclusiva en el año 2008. El suyo es un caso poco habitual en los procesos de divorcio, en los que la custodia suele recaer en la madre o, como mucho, ser compartida. En todo el proceso contó con el apoyo de la Asociación de Padres de Familia Separados de Asturias. Ahora, presume de tener una relación «muy especial» con su hijo, con el que «desde un primer momento el vínculo fue muy fuerte». «Estoy muy orgulloso de Derek y espero que él lo esté de mí». Asegura que la ayuda de sus padres es fundamental a la hora de cuidar del pequeño: «Si las mujeres lo tienen difícil a la hora de conciliar, imagínate un hombre solo», resalta mientras organiza los apuntes de la oposición que prepara.
«Soy un afortunado»
El ovetense Víctor tiene dos amores: Alicia, de siete años, y Noelia, su hija adoptiva, que llegó de Vietnam hace cinco, con apenas doce meses de vida. «Son como uña y carne. Y yo feliz de verlas así», comenta. «Mi mujer y yo siempre quisimos adoptar, comenzamos con los trámites antes de esperar a Alicia. Es un proceso largo y complejo». Debido a un accidente laboral que le obligó a retirarse hace ocho años, Víctor puede dedicar todo su tiempo a su hijas: «Hago todo con ellas: las llevo al colegio y a actividades extraescolares, hacemos juntos los deberes, me encargo de las comidas... y, lo más importante, pasamos muchos buenos ratos juntos. Me siento un afortunado porque creo que es algo que todo padre querría hacer con sus hijos», presume.