La gripe y la falta de personal por la oposición médica del sábado saturan las urgencias

La sanidad asturiana asiste estos días a «la tormenta perfecta». Por un lado, la repentina irrupción de la gripe, que este año ha adelantado su aparición y que está dejando a su paso una importante estela de damnificados entre los mayores. Por otro, la falta de personal médico en las consultas de Primaria debido a la celebración este sábado, día 17, de la oposición a la que están convocados médicos de familia y pediatras. Muchos interinos de centros de salud han solicitado el disfrute de permisos para preparar el examen al que se someterán 1.330 profesionales de Asturias y del resto del país para hacerse con una de las 96 plazas, en el caso de Medicina de Familia, y 17 para pediatras de Primaria.

La coincidencia de estos dos hechos, la merma de médicos y el aumento de la virulencia de la gripe, está provocando un efecto dominó sobre las urgencias sanitarias, que están colapsadas. La saturación afecta tanto la red hospitalaria, hacia donde va buena parte de los enfermos que no logran cita con su médico de familia (en Oviedo hay centros que están dando vez para dentro de tres y cuatro días), como en las Urgencias de Primaria, en los llamados servicios de atención continuada atendidos por personal SAC y SUAP.

«Vienen pacientes a paladas»

Según pudo saber EL COMERCIO, las Urgencias del HUCA y Cabueñes están asistiendo estos días a cifras récord de pacientes. El complejo hospitalario de Oviedo atendió el lunes a 422 enfermos. «Es un volumen histórico nunca visto», reconocía el propio jefe del servicio, Luis Antuña, que tira de estadísticas para dar cuenta de la fuerte presión asistencial que sufren. «En las primeros días de diciembre de 2014 veíamos de media 276 enfermos; en 2015, ya en el nuevo hospital, pasamos a 281 y ahora estamos en 338». En las Urgencias de La Cadellada uno de los médicos consultados era muy gráfico a la hora de describir la situación: «Vienen los enfermos a paladas», decía. El Hospital Central afronta cifras de impresión tanto entre semana como sábados, domingos y festivos. «En fines de semana hemos pasado de los 300, que era nuestro tope».

Cabueñes se incorporó algo más tarde a lo del récord de pacientes pero va casi por en el mismo camino que el HUCA. Este fin de semana, por los boxes del hospital gijonés pasaron de promedio más de 300 personas. Se trata, también, de un número «histórico», según fuentes del propio centro. La saturación de pacientes ha llevado al HUCA a reforzar los turnos de Urgencias con un médico más en el tramo de tres de la tarde a doce de la noche. No se trata de una nueva contratación sino de facultativos del propio servicio que aceptan de forma voluntaria trabajar más horas.

La asistencia masiva a las Urgencias no es algo exclusivo de los hospitales. También las de los centros de salud lo están notando. En Gijón, según indicó el director de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Álvaro González Franco, los cuatro puntos de Atención Continuada que funcionan en La Calzada, Puerta de la Villa, el Llano y el Parque-Somió, han aumentado su actividad hasta en un 40%. Se pasó de 400 enfermos diarios en los cuatro dispositivos a 625. Las atenciones a domicilio han crecido un 25%. En el Hospital de Jove, en Gijón, también hay más enfermos en Urgencias. Aunque «la situación no está desmadrada», según la directora médica, Begoña Álvarez, «sí tenemos más presión. Ayer -por el lunes- recibimos 108 pacientes cuando lo habitual es 75 y 80», resumía.

Algunas áreas han organizado sus plantillas para intentar mitigar el efecto de la oposición. En Gijón, muchos médicos fijos han aceptado «cubrir los huecos que dejan sus compañeros interinos de permiso», indicó González Franco. En Oviedo no ha habido tal organización. «Hay centros de salud con cinco y seis médicos menos. De hecho, el de La Foz de Morcín cerrará el jueves y viernes por falta de facultativo», indicó el presidente del Simpa, Javier Alberdi.