Las cámaras de seguridad grabaron a los criminales

En 2010, Fernández Montes había sufrido un infarto y, por eso, su familia creyó que no respondía a las llamadas porque podría estar enfermo. Tal y como relata el periódico argentino Clarín, las hijas de Roberto presentaron una denuncia ante la Policía y revisaron las cámaras de seguridad del edificio. En ellas, identificaron al yerno y un mecánico que había trabajado en su empresa. En la secuencia, se observa que el empresario salió de su casa el sábado a las 8.42 horas.

Minutos después, a las 9.05, entró en el edificio el exempleado, que utilizó el control remoto del portón de entrada y subió con las llaves del piso de la víctima. Fernández Montes regresó a las 12.09 y, 45 minutos después, llegó al edificio su yerno. Llevaba colocados unos guantes de látex y recibió las llaves que le arrojaron desde el balcón. A las 13.20 horas, ambos sospechosos bajaron al garaje con un bulto envuelto en una sábana. Lo guardaron dentro del Suzuki Fun de la hija menor del empresario y se fueron. Ese vehículo apareció prendido calcinado el lunes.

En un último intento desesperado, la pareja sentimental del lenense difundió las imágenes del hombre. Así, la Policía de Cañuelas vinculó el caso con un cuerpo hallado en un descampado el domingo. Los familiares reconocieron la cadena de plata de plata con una cruz y una medalla que llevaba el cadáver.