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Socavón Canto la Escrita, junto al cementerio.
Santa Bárbara recupera la mina del Canto la Escrita en Mieres

Santa Bárbara recupera la mina del Canto la Escrita en Mieres

La agrupación cultural toma como ejemplo la realizada en La Rebaldana para poner en valor este socavón minero del siglo XIX

ALEJANDRO FUENTE

Lunes, 15 de febrero 2016, 01:17

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Los viandantes y conductores que transitan por la carretera N-630 en Ablaña -desde hace muy pocos días- han podido apreciar cambios en el paisaje. La maleza retirada ha dejado completamente visible el cementerio protestante de Mieres y, justo al lado, ha aparecido un gran socavón. Y es que el grupo de recuperación patrimonial de la asociación cultural y minera Santa Bárbara del concejo no para. Ahora acabar de iniciar la recuperación de esta bocamina que data de mediados del siglo XIX, denominada como el Canto la Escrita.

El colectivo ha tomado como referencia los trabajos realizados en otra bocamina de montaña, en el socavón de La Rebaldana, en Turón, junto al pozo Santa Bárbara. Así lo explica uno de los impulsores de esta iniciativa, José Luis Soto, quien señala que la intención es entibar parte de la antigua explotación, realizar estudios sobre ella y colocar carteles informativos que recopilen su historia. «No tenemos previsto articular un pequeño recorrido por su interior como hicimos en La Rebaldana. En este caso, colocaremos una portilla para que los interesados puedan al menos ver su interior y la recreación que hagamos desde la asociación».

De forma paralela a estas labores -a cargo de los miembros de la asociación de forma altruista-, continúa la recuperación del cementerio protestante. Los trabajos de limpieza de la maleza, que lo tapaban por completo, comenzaron el pasado agosto tal y como informó entonces EL COMERCIO.

Proyecto histórico

Se ubica junto al espacio donde estaba la Fábrica de Mieres. Aquí se encuentra la tumba de Jean Antoine Numa Guilhou, empresario francés que fue impulsor de la industrialización mierense y de toda esta zona del Caudal. «Llevamos dos años trabajando en este proyecto», destacaba el presidente de la asociación cultural, Felipe Burón, quien junto con otros miembros de la agrupación dedicó tiempo y esfuerzo en la recuperación de las tumbas; un ambicioso proyecto de rehabilitación para la inclusión del cementerio en las rutas museísticas del municipio.

Junto a la preparación de un trabajo de campo, siempre hay un estudio histórico previo; su encargado es Rolando Díaz. «Tengo documentación que acredita que la primera tumba de este cementerio data de 1860, de la mujer de un fundidor de Trubia». En el centro se encuentra la de Guilhou, de 1890. La mayoría eran franceses e ingleses, que desarrollaron su labor industrial en Mieres, aquí se quedaron y aquí murieron.

El proyecto se quiere completar con la adecuación de una senda en zigzag que discurre desde lo alto del barrio de Les Pieces, donde residían los ingenieros de la Fábrica, la gran empresa minero-siderúrgica que nació en 1948.

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