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Aarón Cargo, Fernando Curras, Raúl Osorio, María Pérez, Diego Suárez y Aitor Mayo, alumnos del IES Valle de Aller, con los carteles que han creado para esta campaña.

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Aarón Cargo, Fernando Curras, Raúl Osorio, María Pérez, Diego Suárez y Aitor Mayo, alumnos del IES Valle de Aller, con los carteles que han creado para esta campaña. J. M. PARDO

Educación ambiental, una asignatura más

Varios institutos de las cuencas desarrollan proyectos pioneros para fomentar la sostenibilidad. El IES Valle de Aller se encuentra entre los tres finalistas de un concurso internacional de reciclaje, que se fallará el próximo martes, día 22, en Bruselas

ALEJANDRO L. JAMBRINA

Moreda / El Entrego / Langreo

Lunes, 21 de mayo 2018, 12:24

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El medio ambiente entra de lleno en los colegios e institutos de las Cuencas casi como una materia de estudio más. Son más de diez los centros que participan activamente en la educación ambiental a través del desarrollo de actividades y jornadas que tratan de fomentar el aprendizaje, la prevención y la concienciación sobre el correcto uso de los deshechos y animan a los estudiantes a reciclar sus basuras.

Uno de los centros cuya labor ha sido más destacable es el IES Valle de Aller. Este instituto se ha convertido en uno de los tres finalistas de los Premios Europeos de Prevención y Reciclaje, que se fallarán el próximo 22 de mayo en Bruselas. El centro allerano compite contra otro colegio de Cataluña y uno de Escocia. Su proyecto ha sido elegido de entre más de 13.000 propuestas recibidas de toda Europa.

El historial de este instituto en materia de reciclaje se remonta al 2007. En ese curso escolar fue una profesora del departamento de Biología, Conchi Franco, quien tomó la iniciativa. «El año anterior me había formado sobre la materia en el Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa), así que decidí que era el momento de hacer algo y realizamos una eco auditoría sobre cómo se reciclaba el papel en las aulas», recuerda la profesora, ya jubilada. Esta pequeña iniciativa fue el germen de una larga tradición ecológica. «Empezamos poco a poco pero los resultados fueron muy buenos, los alumnos de primero de Secundaria aprovechaban los recreos para cuantificar el papel que se tiraba en los cubos corrientes y el que acababa en la 'ecopapelera'. También separábamos los envases y los enviábamos a Cogersa», señala.

Diego Fernández, Isabel Menéndez y Segundo Riesgo, profesores del IES Valle de Aller.
Diego Fernández, Isabel Menéndez y Segundo Riesgo, profesores del IES Valle de Aller. J. M. PARDO.

Los primeros resultados del proyecto fueron sorprendentes. «Hicimos un estudio a conciencia y descubrimos que el papel virgen que se desechaba sin ser usado llegaba a las mil hojas, una cantidad enorme». Estas mil hojas suponían la tala de 0,075 árboles, el gasto de 75 decímetros cúbicos de agua para su fabricación y la expulsión de 15 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Para poner freno a lo que consideraron «un derroche», el instituto continúo con el proyecto que ha recibido el apoyo del jurado de este premio internacional. El jefe de estudios del centro, Diego Fernández, explica que estas acciones se enmarcan en la Semana Europea del Reciclaje organizada por Cogersa. Las actividades se desarrollaron en el mes de noviembre y se focalizaron en el reciclaje y la reducción de residuos. «Llevamos a cabo un concurso de carteles entre los alumnos, todos ellos debían incluir mensajes relacionados con la concienciación y prevención, después hicimos un pequeño concurso interno para seleccionar los mejores», comenta el docente. También llevaron a cabo varias campañas de reciclaje y talleres para elaborar materiales reciclados, «y aprovechamos las campañas de concienciación sobre el agua en Asturias para reciclar materiales contaminantes de los ríos, como pilas y plásticos», dice.

Alumnos del Jerónimo González,, con su prototipo de contendor inteligente.
Alumnos del Jerónimo González,, con su prototipo de contendor inteligente. J. M. ROMÁN

Obsolescencia programada

Entre los temas que abordaron uno de ellos fue la obsolescencia programada, «tanto los niños como los profesores aprendimos que las empresas instalan unos chips en sus productos para que se acorte su vida útil, también que existen grandes vertederos de desechos en zonas del planeta como África», expone el jefe de estudios. Los estudiantes de hostelería del centro también participaron en el proyecto, y centraron su atención en la alimentación más sana a través de propuestas como «los desayunos cardiosaludables que hicimos con productos sostenibles de la tierra. Realizamos un menú ecológico aprovechando los alimentos de la época como las castañas, el jabalí o la manzana». Fueron algunas de las más de diez acciones que el Valle de Aller realizó y presentó a la competición. El mérito de haber llegado a la fase final es enorme y el próximo martes esperan tener su recompensa. «Para nosotros ha significado mucho, sobre todo para los alumnos», confiesa Fernández. El jefe de estudios señala que ahora están muy motivados, tanto que «hemos decidido participar en la candidatura para la triple R de centros que otorga Cogersa, a ver si hay suerte». También están planificando medidas para el próximo curso, como la utilización de una aplicación telemática para comunicarse con los padres, «que va a hacer que ahorremos toneladas de papel».

Los alumnos del IESCovadonga diseñaron cajas decorativas para fomentar el reciclaje de papel en el centro.
Los alumnos del IESCovadonga diseñaron cajas decorativas para fomentar el reciclaje de papel en el centro. J. C. ROMÁN

Pero son muchos más los centros que participan también en esta Semana Europea de Reciclaje. En la cuenca del Nalón, el IES Virgen de Covadonga de San Martín del Rey Aurelio participó en el programa con el lema 'Primero reutilizar y después reciclar', una acción que se mantuvo durante todo el curso y que consistió «en reutilizar el papel que se usa en las aulas antes de llevarlo a los contenedores de reciclaje», según comenta la coordinadora del grupo de reciclaje, Cristina Fernández. Para ello, los alumnos decoraron cajas de folios con este lema y se distribuyeron por las diferentes aulas. «Así se aprovecha papel, dándole una segunda oportunidad antes de depositarlo en el contenedor correspondiente», explica la profesora. Fernández destaca la participación de todos los alumnos del centro y que «se les ve muy comprometidos y participativos en todas estas acciones». De hecho, organizaron un mercadillo navideño con material reciclado y parte de las ganancias fueron para la asociación de discapacitados de El Entrego.

En Sama de Langreo se encuentra otro de los centros participantes que más repercusión ha tenido, debido a la innovación de su proyecto. Se trata del IES Jerónimo González. Una docena de alumnos de cuarto curso participaron en la Semana Europea realizando el diseño y construcción de un prototipo de contenedor inteligente de reciclaje.

Rosana Álvarez, profesora de robótica, junto con otros docentes, asesoró a los estudiantes en este proyecto. «El contenedor inteligente, gracias a diferentes sensores que lleva incorporados, pesa los residuos depositados», señala la profesora. Además, un sensor de distancia mide el volumen del contenedor, envía un aviso a Cogersa cuando está al 80% de capacidad para que la empresa acudan a recoger la basura.

El proyecto tuvo tal repercusión, que incluso la propia Reina Doña Letizia acudió al centro para conocer de primera mano cómo funciona este innovador sistema para concienciar sobre la importancia del reciclaje y la triple 'Erre': reducir, reutilizar y reciclar.

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