«Dejamos de pagar cuando a mi marido le diagnosticaron un cáncer»

El matrimonio formado por José Rotea y Esther Posada Briz, vecinos de la localidad llanisca de Andrín, ambos de 65 años, viven horas de «angustia y preocupación» ante la amenaza de desahucio por parte de una entidad bancaria «con la que tenemos contraída una deuda por un préstamo de 28.000 euros, que dejamos de atender en parte cuando mi marido se puso enfermo de gravedad», según explicaba en la mañana de ayer la propia Esther Posada Briz, propietaria junto a su esposo de la vivienda número 50 en el barrio de La Espita.

En socorro del matrimonio llanisco acudió la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) Oviedo que ayer emitía un comunicado urgente en el que indica que «la familia Rotea Briz va a ser desahuciada el 18 de febrero» por el banco. El colectivo describe que «el marido está luchando contra un cáncer», para cuyo tratamiento requiere quimioterapia y continuas transfusiones de sangre. Detalla la plataforma que el matrimonio había pedido a la entidad financiera un préstamo de «28.000 euros» para una pequeña empresa de carácter familiar poniendo como garantía la vivienda de Andrín. Los dos eran autónomos y al enfermar el marido abandonaron la actividad, dedicándose por completo al tratamiento del cáncer que le diagnosticaron.

El proceso continuó su curso y a día de hoy «la casa se la quedó el banco, sin querer negociar con ellos ni esperar a la venta de una finca para pagar el préstamo». La PAH lamenta que el banco no le haya ofrecido al matrimonio «un alquiler social ni la posibilidad de una renta vitalicia» y deduce que «está muy claro que una casa en el concejo de Llanes por 28.000 euros es un caramelo para el banco que no tiene escrúpulos ante la edad de los afectados ni por la situación tan delicada de salud». El colectivo de afectados por la hipoteca avisa de que «por este motivo emprenderemos desde Oviedo una campaña de acciones contundentes». Y como primera medida piden «a toda la gente que llame a la sucursal que la entidad financiera tiene en Llanes y pida la paralización inmediata del desahucio de la familia Rotea Briz».

Esther Posada Briz confirmó ayer punto por punto las manifestaciones de la PAH y situó el origen de sus problemas con el banco «en la inesperada enfermedad que le diagnosticaron a mi marido hace cuatro años». Y adelantó que si no fuera por el delicado estado de salud que sufre su esposo «sería la primera en salir a la calle para protestar contra esta injusticia». También corroboró que para saldar la deuda hace tiempo que tiene en venta una finca en la ería de Toró, entre Llanes y Cue, por la que empezó pidiendo «35.000 euros, más tarde 30.000, después 28.000 y ahora hasta me conformaría con 25.000» pero no encuentra comprador interesado en la operación. «No se vende nada en estos momentos», lamentaba la mujer.

Los lugareños de Andrín valoraban ayer que los Rotea Briz son «buenos vecinos, buena gente», pero si nadie lo remedia sufrirán el primer desahucio en el concejo de Llanes.