El Gobierno anuncia la segunda subasta eléctrica y afirma que Alcoa «no tendrá problemas»
La multinacional reconoce que mantiene contactos con el ministerio para «exponer su situación y explicar sus necesidades»
JOSÉ MARÍA URBANO
Sábado, 13 de diciembre 2014, 00:43
Sin cumplirse ni siquiera veinticuatro horas de la multitudinaria manifestación vivida el jueves en Avilés en defensa de la continuidad de Alcoa y con la exigencia de una solución para la tarifa eléctrica, el Gobierno respondió ayer con claridad: habrá una segunda subasta eléctrica y Alcoa no tendrá problemas para adjudicarse los servicios de interrumpibilidad que desea para las plantas de Avilés y La Coruña, siempre, eso sí, «que puje en condiciones», exactamente igual que lo hizo en la primera subasta para su fábrica de San Ciprián, Lugo.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, se debatió ayer entre sus ganas de seguir echándole en cara a Alcoa su actitud en la primera subasta de servicios de interrumpibilidad eléctrica, en donde el interés de la multinacional por Avilés y La Coruña sigue hoy en entredicho, y las de tranquilizar a dos regiones, Principado de Asturias y Galicia, que necesitan saber que el Ejecutivo de Mariano Rajoy no se va a permitir el lujo de dejar caer dos industrias básicas para el empleo y la economía de los dos territorios.
Soria presentó ayer viernes un informe al Consejo de Ministros en el que se indicó que la presentación del expediente de despido colectivo de Alcoa «no tiene nada que ver con el mecanismo para la interrumpibilidad» diseñado por su departamento para asignar los incentivos a las grandes industrias por su contribución a modular la demanda del sistema eléctrico. Tras realizar durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros esta consideración acerca del expediente, que afecta a las plantas Avilés y La Coruña, Soria explicó que «antes de que finalice el año» y una vez recibidos los informes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) «habrá una nueva subasta», en la que Alcoa podrá participar. Aunque oficialmente no se ofrecieron más detalles, todo el mundo da por hecho que la subasta se llevará a cabo la próxima semana.
Pero el ministro de Industria siguió insistiendo en que Alcoa es la única responsable del resultado de la primera subasta, tal y como se ha venido manifestando cada vez que se le ha trasladado el problema de las dos factorías afectadas. «La única y exclusiva razón de por qué no fue adjudicataria Alcoa en la primera subasta fue por una estrategia absolutamente legítima y libre de la empresa», señaló, antes de indicar que, de cara a la nueva subasta, si la compañía «puja realmente en condiciones similares a como pujó por la fábrica de Lugo, no va a tener ningún problema tanto en la fábrica de La Coruña como de Avilés».
Blanco y en botella. Invitación clara a la multinacional a que vaya a la subasta «para tomárselo en serio». El ministro explicó que Alcoa pujó en la subasta para obtener bloques de interrumpibilidad para la planta de Lugo «a un nivel que le hizo adjudicataria», si bien «en la puja de Avilés y La Coruña no bajaron lo suficiente para ser adjudicatarias».
Junto a esto, aseguró que los cambios en el sistema de interrumpibilidad responden en parte a la necesidad de evitar que la Comisión Europea considere este incentivo como ayuda de Estado, como ocurrió en Italia, donde se obligó a devolver 300 millones. El nuevo mecanismo «ofrece exactamente las mismas condiciones para todos», zanjó.
La empresa explica y negocia
Mientras tanto, la dirección de Alcoa en España sigue «leyendo el BOE todos los días a las ocho de la mañana», a la espera de la convocatoria de la segunda subasta de servicios de interrumpibilidad -el mecanismo de ayuda a la tarifa eléctrica de los grandes consumidores de energía-, según explicó ayer, a preguntas de este periódico, un portavoz oficial.
El mismo portavoz reconoció a LA VOZ DE AVILÉS que la multinacional mantiene contactos - «una fluida relación»- con el Gobierno de Mariano Rajoy, con el fin de «exponer nuestra situación y explicar nuestras necesidades y razonamientos». Una fluida relación que se hace extensiva a los gobiernos del Principado y Xunta de Galicia, «aunque a nosotros nadie nos ha dicho nada de la segunda subasta, ni cuándo va a ser ni cómo va a ser». Estas declaraciones del portavoz oficial de Alcoa se hacían muy poco antes de que el ministro de Industria, José Manuel Soria desvelara, aunque fuera entre líneas, las claves de la segunda subasta y el mensaje a la multinacional norteamericana para que vaya a la puja con los mismos planteamientos que llevó a la primera para conseguir los servicios de interrumpibilidad que alcanzó para su planta de San Ciprián.
A la hora de valorar la multitudinaria manifestación celebrada el jueves en Avilés, con presencia de trabajadores de Galicia, en defensa de la continuidad de Alcoa, el mismo portavoz oficial de la empresa aseguró que la dirección de la misma la valora positivamente. Una manifestación que «agradece y valora mucho». Una movilización de la que se valora «muchísimo» la presencia de todos los trabajadores, la comunidad, las fuerzas vivas de la ciudad y de la región «en apoyo de encontrar una solución para que la empresa pueda seguir manteniéndose abierta tanto en Avilés como en La Coruña».
Toda una declaración de intenciones, que coincide con lo que la empresa comunicó hace unos días a los comités, en el sentido de asegurar que si en la segunda subasta consigue los servicios de interrumpibilidad deseados, 90 megawatios para Avilés y La Coruña, inmediatamente dejará sin efecto los expedientes de despido colectivo para los más de 800 trabajadores de las dos plantillas, más los de las empresas auxiliares.
Las palabras del Ministro de Industria y la reacción de la dirección de la multinacional parecen indicar que el problema está en vías de solucionarse, al menos para el próximo ejercicio de 2015. Se cumpliría así el objetivo esencial de mantener la actividad en las dos plantas y disponer del tiempo suficiente para plantearle a la multinacional cuáles son sus verdaderas intenciones de cara al futuro en sus fábricas españolas.