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A. VILLACORTA
Viernes, 7 de octubre 2016, 00:55
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La arquitecta, proyectista e investigadora Clara Rey-Stolle (Gijón, 1970) fue la encargada de abrir ayer las sesiones de las Jornadas Internacionales de Patrimonio Industrial que se desarrollan hasta mañana en la ciudad. Lo hizo el día en el que el consejero de Cultura, Genaro Alonso, aseguró en la Junta que se están tramitando 33 expedientes para incluir en el Inventario de Patrimonio Cultural, entre ellos la Fábrica de Armas de Trubia, y que la consejería ha desarrollado una intensa labor de registro de elementos, contando ya con cuatro declarados Bien de Interés Cultural y con otros 55 que forman parte de ese mismo inventario.
¿Hablamos de un patrimonio claramente infravalorado?
Sí. Está poco valorado y es desconocido. Hay que tener en cuenta que la industria nos ha dejado el conjunto patrimonial más joven de la historia y, por ello, vulnerable. Tenemos el concepto de que patrimonio son los monumentos, de que el valor lo da la antigüedad. Pero, desde hace unos años, ya se empiezan a valorar otras cosas como la arquitectura industrial, los paisajes culturales. El problema es la falta de sensibilización. Culturalmente, necesitamos tomar una distancia temporal, cierta distancia histórica, para asumir que algo es objeto de protección. Y el problema es que, en ocasiones, no los valoramos hasta que nos faltan.
Uno de sus elementos de protección son los catálogos urbanísticos. ¿Cuál es su radiografía?
Solo una treintena de ayuntamientos asturianos cuenta con un catálogo urbanístico ya aprobado, mientras que Aller, Boal, Coaña, Ibias, Valdés y Llanes no han iniciado ningún trámite. A día de hoy, se deberían haber adaptado con urgencia los catálogos urbanísticos a la ley de Patrimonio y a la ley del Suelo, pero no ha sido así.
¿Y el Principado?
Posiblemente por falta de medios, el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias, nuestra figura de protección a nivel autonómico, no se había engrosado convenientemente con elementos importantes. Respecto al Inventario de Patrimonio Histórico Industrial, aunque carece de carácter protector, no se ha revisado desde que se ejecutó en 1985, contando con sucesivas revisiones otros inventarios como el arquitectónico o el arqueológico. Pasados treinta años de su realización, más de cien elementos del patrimonio industrial han desaparecido. Han sido demolidos.
¿Algún ejemplo de desprotección?
La Fábrica de Armas de Oviedo está completamente desprotegida.
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