25 años de «trabajo, Gijón y Sporting»
Ser Gijón cumple un cuarto de siglo «con la misma ilusión» que aquel enero de 1991
OLGA ESTEBAN
Domingo, 24 de enero 2016, 01:22
Aquella mañana del 1 de enero de 1991 los oyentes sintonizaron, como cada día desde 1983, el 96.5 de la FM. El dial de siempre. El suyo. Pero aquel día todo había cambiado para que todo siguiera, en cierta forma, igual. Radio Minuto moría y dejaba su éxito en herencia a Ser Gijón. El 96.5 siguió siendo el mismo, pero la radio era otra. Allí seguían Javier Asenjo, Nacho y Pachi Poncela, Alejandro Ortea, Montse Martínez, Falo Cuesta, Joaquín Fernández-Carvajal, Marta Reyero, Paco Seijo y Paco Sevilla. Pero se habían acabado los discos salteados de información. Y empezaba la nueva programación. Los informativos. Las horas de información local. Las conexiones en directo. Había nacido Ser Gijón y lo hacía, coinciden los protagonistas del momento, con mucha ilusión. Ilusión. La palabra, si cabe, que más repiten todos.
Están de aniversario y EL COMERCIO los ha reunido en La Escalerona para esta foto, para este reportaje. Está parte de aquel primer equipo. De los que dudaron del cambio. De los que vivieron su propia transición mirando a esa escalera 4 desde la calle Jovellanos. De los que aquellos primeros meses de 1991 adelgazaron por la tensión, el trabajo, la intensidad de lo nuevo. De los que tuvieron que desaprender a presentar discos para aprender a entrevistar a toda la política, la cultura, la sociedad gijonesa, y a hacerlo con nuevos sistemas. Los que abrían el teléfono para dar voz a los gijoneses y comprobaban cuánto les seguían. Daba igual el tema. Qué se cocinaba en los hogares gijoneses aquella mañana. Qué cambiarían de Gijón.
Al frente de aquella aventura estaba Javier Asenjo, entonces director de la emisora. Vivió los últimos años de Radio Minuto, cuando ya empezaba a emitir parte de programación de la Ser, y disfrutó del enorme éxito de la radio fórmula en Gijón, con «más oyentes que en Madrid». Pero el modelo se acababa y la Ser quería emisora propia en la ciudad. «Teníamos una plantilla muy joven, que siempre tiene gran capacidad de adaptación, y gente con mucho talento para hacer radio convencional». Y eso que no había formado el equipo con ese objetivo. Lejos de eso, si algún objetivo había, si algún rumor había escuchado, era que la cadena acabaría convirtiéndose en una televisión, por lo que buscaba en sus locutores cierta telegenia.
Pero la selección valió. Más problemas tuvo para cubrir los deportes. En aquel momento, José Antonio Mori era el protagonista de la sección y, aunque solo dos años después abandonó la radio para siempre, tiene el honor de ser el único reportero de la Ser que ha acompañado al Sporting en partidos de la UEFA. «Y decíamos que tenía muy mal equipo y nos acordábamos del papá y la mamá de los jugadores...», recuerda divertido quien no ha dejado de ser 'la voz del Hípico'. Quien durante las vueltas ciclistas se colaba en las casas, pedía permiso para hacer una llamada y desplegaba el equipo. «Estamos en el kilómetro no sé qué... -ríe-. Y donde estábamos era en el comedor de aquella señora que, mientras tanto, hacía la comida».
Charla con Carantoña
Asenjo y aquel equipo pusieron las bases de estos 25 años. «Las mismas que utilizó EL COMERCIO», explica el primer director. «Recuerdo una conversación con Carantoña. Hablamos de que el protagonismo de Gijón es de su gente, de sus barrios. Buscábamos la misma sintonía que tenía el periódico». Si hay un secreto del éxito, éste es «trabajar, ser de Gijón y llevar la camiseta del Sporting».
Sudar la camiseta no evita las críticas. «Nos llamaron de todo», recuerda Asenjo. «Radio barricada». Eran tiempos convulsos, de reconversión, de barricadas, efectivamente, que había que contar. De manifestaciones ante las que corría Pachi Poncela para llegar a tiempo a una cabina, llamar y entrar en directo en el momento exacto en que los manifestantes pasaban por delante. Pachi admite que adelgazó. Como Toni Rodero, que había llegado a Radio Minuto el verano anterior. «Me contrataron para presentar discos». Y, de repente, tenía que hacer el programa de tarde con el desaparecido, recordado y siempre querido Paco Seijo. Casi revive el agobio. «Tenía 20 años y mucha responsabilidad. Me recuerdo obsesionada».
No lo define como traumático, pero sí «complicado» otro Poncela, Nacho. Aunque el cambio le permitió «poder profundizar en los temas», acercarse más a Gijón y a los gijoneses y conseguir que la Ser fuera «la radio de referencia». Nacho Poncela destaca otra de las cuestiones clave en la historia de la emisora: haber sido «escuela y cantera» de buena parte de la profesión. «Trabajé con más de 50 personas».
Entre ellas, Manfredo Álvarez. Llegó a la Ser en 1992, cuando la emisora estaba viviendo un «proceso de renovación». Colaboraba en Radio Kras hasta que Asenjo le fichó. Y empezó el proyecto deportivo de la emisora. Y «mucho Sporting». Aunque también tenían, por ejemplo, hilo directo con Fernando Alonso, ya en la Fórmula 1 con Minardi. «Lo llamábamos en directo, quince minutos antes de que empezara la carrera, y nos atendía». Manfredo había conseguido su ilusión, trabajar en la Ser, donde permaneció 16 años.
Exactamente igual que Juanma Castaño, uno de los cuatro 'internacionales' de los que Manfredo presume, cuatro 'alumnos' de la Ser que han retransmitido el Mundial de fútbol. Junto a Castaño, Antón Meana, Edu Pidal y Rodrigo Faez. Castaño habló por primera vez en aquellos micrófonos con 16 años. Asenjo se había inventado el 'Jóvenes y Campeones', entre otras cosas para asegurar el relevo. «Escribía en la revista del cole, la Inmaculada, y quería entrevistar al 'Pitu' Abelardo. Con toda mi cara, fui a la Ser a pedirle el teléfono a Manfredo». El teléfono no se lo dio, pero sí la entrada a la radio y a aquellos partidos del Gedo, La Braña, el Veriña... A unos años de «mucha ilusión y mucho cariño», al Sporting y, más tarde, a Madrid. Dice que su meta es volver a la calle Jovellanos.
Durante todos aquellos años estuvo en la radio Joaquín Fernández-Carvajal, que en 1996 asumió la dirección. Es de los que confiesa que tuvo reticencias, muchas, ante el cambio. Y que le fue difícil. A él y algún otro que a la hora de dar el indicativo seguía diciendo Radio Minuto. Pero «en unos pocos meses vimos que tenía mucho más futuro» una radio convencional. Y, por primera vez, podían contarle al resto de España lo que sucedía en Gijón. Para Carvajal, el secreto del éxito estuvo y está en «haber encontrado la sensibilidad de Gijón, en ser muy locales, muy 'gijonudos' y muy sportinguistas».
Los veteranos
Coinciden en todo los dos veteranos de la emisora: Guillermina Caso, jefa de informativos, en Ser Gijón desde mediados de los 90, y Pablo Palacios, director desde 2009, pero que llegó a la radio en 1992 como director comercial, cuando Falo Cuesta dejó este puesto. Caso habla de una emisora «independiente, con interés no solo en la política sino muy pegada a la calle», que la gente sintió como algo propio, que mantuvo «el espíritu de cercanía de Radio Minuto». Y que ahora disfruta de un equipo «joven pero con experiencia».
El director habla de unos años «apasionantes», de unos comienzos difíciles, «cuando la gente no sabía quiénes eran Iñaki Gabilondo ni Javier Sardá». «Costó», insiste. Pero contaban con «la ilusión». Una vez más la ilusión, «que no se ha perdido». Presume de un equipo (17 personas) «fresco y comprometido» que se lleva bien, que tiene «los pies, los ojos y los oídos en la calle, en los museos, los escenarios, los problemas» y que hace posible que la de Gijón sea la emisora Ser «más rentable de España». Y con todo ello, «sin un laurel donde dormirse», a Ser Gijón le quedan «muchos retos y un brillante futuro». A por otros 25.