El viento vuelve a traer carbón de El Musel

Gijón sufrió ayer el embate de fuertes rachas de viento, de hasta 76 kilómetros por hora, a las seis de la tarde, según los datos de la estación que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tiene en el campus universitario. Esa circunstancia provocó un hecho que, no por veces advertido, ha sido atajado por las autoridades, como fue el levantamiento de densas nubes de carbón desde la terminal granelera de El Musel en sentido a Gijón.

El viento soplaba de componente noroeste, con una velocidad mantenida de 37 kilómetros por hora. El hecho de que hasta ese momento no solo no hubiera llovido -lo que hubiera evitado que el polvo de carbón se pudiera levantar- sino que se habían registrado vientos secos de componente sur, con una temperatura ambiental que subió hasta los 17,4 grados, propició que se levantara una espectacular nube de carbón que alarmó a muchos ciudadanos. También se produjeron nubes de arena en las diferentes playas de Gijón, con lo que la situación fue mucho más desagradable para los ciudadanos que paseaban por el litoral.

Parece que poco ha cambiado desde que el pasado 24 de julio se originara en El Musel otra gran nube de carbón que llegó a echar a los bañistas de las playas. Entonces, las administraciones local y regional aseguraron que intervendrían para que no se volviera a repetir un caso similar. En un principio, los responsables de El Musel indicaron que fijarían el carbón al suelo mediante continuas irrigaciones y posteriormente llegó a proponer la construcción de pantallas que evitaran que el carbón se desplazara de la terminal granelera hacia la ciudad.

El borrador de la actualización de la ordenanza municipal de protección del medio ambiente atmosférico incluye un apartado para los episodios como las nubes de carbón y establece que «en los parques de almacenamiento al aire libre de graneles pulverulentos se tomarán las medidas adecuadas para evitar que la acción del viento pueda levantar polvo». El caso es que todavía no se ha aprobado.

Por otro lado, las rachas de viento también obligaron a la intervención de los efectivos de bomberos. Dos ejemplos tuvieron lugar en la calles del Doctor Belmunt y San Juan de la Cruz, donde tuvieron que trabajar para sanear varias fachadas en las que se habían soltado losetas y cascotes que suponían un peligro para los viandantes.

También se tuvo que suspender la liguilla asturiana de clubes de patinaje que se celebraba ayer en las instalaciones de Moreda-El Natahoyo, debido a que el viento y el agua inundaron la pista.