Tres bazares chinos han sido pasto de las llamas en tan solo dieciséis días

En la última semana, se han producido en Asturias tres incendios en bazares chinos. El pasado 1 de febrero, ardió una parte del situado a caballo entre la losa y Samuel Sánchez. La Policía anunció que investigaba si pudo haber sido intencionado. «No lo parece», confirmaron ayer fuentes oficiales de la Jefatura Superior de Policía. Aunque estas investigaciones llevan su tiempo, «requieren de análisis y productos químicos, en principio no hay indicios de que fuese intencionado».

Sí lo fue el incendio que arrasó otro bazar chino, el pasado 24 de enero en Sotrondio, la capital de San Martín del Rey Aurelio. Al menos es lo que se desprendió de la primera inspección ocular que realizaron los técnicos municipales, los expertos de la compañía de seguros, el constructor del inmueble y agentes de la Policía Judicial al día siguiente del suceso.

Las pesquisas de los investigadores confirmaron que el fuego había sido intencionado. De hecho, la línea de investigación se centró en la identificación de unos ladrones que habían entrado en una peluquería cercana y que podían estar relacionados con el incendio. Esas personas podrían haber causado el fuego por venganza, después de que el gerente del local chino intentase frustrar el asalto en la peluquería contigua al bazar.

Estos dos incendios, sumados al que arrasó ayer el bazar Mao Sheng, en el número 36 de la avenida de Pumarín y que causó además daños en una nave colindante y obligó a desalojar, por precaución, ocho bloques de viviendas colindantes, han hecho que salte suspicacia. Algunas voces apuntaron a una posible coincidencia entre los tres siniestros. Todos ellos se produjeron en bazares chinos y el fuego fue el protagonista absoluto del suceso. Coincidencias a las que han quitado hierro la propio Policía Nacional que han descartado cualquier tipo de conexión entre los tres sucesos.