«Queremos que la ciudad viva la fiesta de La Balesquida como antes se hacía»
José Antonio Alonso Menéndez, presidente de la Sociedad Protectora de La Balesquida, anima a todos los ovetenses a participar hoy en «una fiesta tradicional que lleva viva más de 800 años»
M. ACEBAL
Martes, 6 de junio 2017, 00:11
El Martes de Campo es una de las fiestas más importantes del año, no solo para la Sociedad Protectora de La Balesquida, sino para todos los ovetenses. José Antonio Alonso Menéndez es el sexto presidente de esta organización, que encara hoy el día grande de sus fiestas.
¿Cuál es la historia de la Sociedad Protectora de La Balesquida?
Muchos la desconocen, pero en 1929 tres ciudadanos pidieron ayuda para celebrar las fiestas, ya que la cofradía no contaba con suficientes recursos económicos. Y en 1930 se instauró la Sociedad Protectora de La Balesquida, una organización para la promoción de las fiestas y de la tradición.
¿Es ese el objetivo de la Sociedad?
Sí, el fin de la sociedad es preservar, conservar y transmitir la tradición de la ciudad ovetense.
¿Cuándo comienzan las fiestas que se coronan en el Martes de Campo?
El año festivo comienza en marzo, con cuatro conferencias. En mayo se emite el anuario de las fiestas, pero lo importante empieza en la semana grande, con el pregón, la actuación coral y, desde hace tres años, la condecoración al socio de honor, como propuesta de la junta actual. El sábado hubo, para los más pequeños, juegos infantiles tradicionales en el Paseo de la Rosaleda, y el domingo fue el día del Heraldo, quien en un caballo blanco y acompañado de cabezudos, títeres y gaitas folclóricas, solicitó al alcalde la celebración de las fiestas. Ayer, lunes, tuvo lugar el concierto de la Banda de Música Ciudad de Oviedo.
Y hoy, martes, es la fiesta que tantos ovetenses estaban esperando.
En efecto, hoy es la fiesta grande. Comienza el día en la plaza de la Catedral, con gaitas, y, a continuación, se procede al reparto del bollo y del vino blanco (Vergara y Vetusta). Los bollos, por supuesto, hechos del día. Y el vino, no sirve cualquiera, ha de ser de 'tras el monte'. Es decir, cuando se comenzó, hace casi un siglo, con el reparto del vino, este no se elaboraba en Asturias, por lo que había que traerlo de más allá de la Cordillera. De ahí que se le denomine 'tras el monte', una tradición que seguimos manteniendo.
La fiesta continúa por la tarde...
Sí, hay juegos regionales tradicionales, y el festival de la canción asturiana: el XII Memorial de Ángel Martínez Suárez. El día termina con la tradicional romería popular, una iniciativa que crece cada año, para mi sorpresa.
¿Por qué es importante la labor de la sociedad para Oviedo?
Trata de mantener y potenciar la tradición de Oviedo y, por lo tanto, de todos los ovetenses. Es una fiesta tradicional que lleva viva más de 800 años. Por ese motivo surgió la idea de dar un ambiente medieval al Heraldo. Además, tenemos la ilusión de sacar, algún año, gigantes, como medio para recrear la época medieval. Queremos que la ciudad viva la fiesta como antes se hacía.
Repartirán 6.700 bollos para todos los socios.
Sí, 6.700. Aunque 200 los daremos a la Cocina Económica a primera hora de la mañana, acompañados de unas cajas de vino. Queremos que haya bollos para todos. Y aquellos que no se repartan, se llevarán también a la Cocina Económica al final del día.
¿Cuántos socios tienen?
5.100 socios, una cifra de la que estamos muy satisfechos. Además, este año hemos recibido 500 inscripciones nuevas. Pero deseamos crecer mucho más, llegar a muchos ovetenses.
¿Qué beneficios tienen los socios de La Balesquida frente a los que no lo son?
Los socios de la Sociedad, por tan solo diez euros al año, participan, en diciembre, de la fiesta asturiana del Amagüestu, con castañas y sidra, y en Navidad en un sorteo de 50 cestas de productos. Más adelante adquieren el anuario de las fiestas, y en el día de hoy pueden recoger el bollo y el vino. El resto de actividades realizadas a lo largo del año tienen entrada libre.
¿Un último mensaje para los ovetenses?
Les animo a celebrar las fiestas de mayor arraigo y tradición de nuestra ciudad; a disfrutarlas con alegría y espíritu cívico, acudiendo a todas las actividades programadas.