Podemos plantea equiparar el asturiano y el castellano y pone reparos al AVE
Emilio León apunta al PSOE como gran rival, recuerda a Fernández su derrota en 2011 y vincula cualquier pacto a que se respete su programa
ANDRÉS SUÁREZ
Viernes, 3 de abril 2015, 00:13
Podemos ya tenía una marca electoral, desde el miércoles cuenta también con una candidatura y un cabeza de cartel -Emilio León- y a mediados de mes confía en disponer de un programa político que someter a discusión y votación interna, abriendo así el camino hacia los comicios autonómicos del próximo 24 de mayo. León presentó ayer a su equipo en un acto informal en el centro de Oviedo, prácticamente a las puertas del edificio de la Junta General y de la sede de la Presidencia del Principado, en el que esbozó, de una forma muy general, algunos de los grandes mensajes con los que la formación pretende atraer el voto de una ciudadanía hastiada tras años de crisis y sucesión de escándalos de corrupción. El impulso, durante los primeros cien días de gobierno, de un plan de rescate ciudadano orientado a combatir el paro y la exclusión social y frenar los desahucios, así como la «equiparación de los derechos» de los hablantes de asturiano y castellano y la apertura de una reflexión sobre el futuro del AVE en la región, una infraestructura que se observa con profundo recelo, son algunos de los compromisos.
Todas las encuestas dan por segura la irrupción de Podemos en el Parlamento regional, así que la única duda radica en conocer la fuerza de que dispondrá para tratar de llevar adelante esas políticas. Su mensaje es todavía muy genérico, en la medida en que no hay un programa electoral sobre la mesa, algo que debería resolverse, proceso de participación ciudadana mediante, en un par de semanas. León anticipó que no se tratará de un documento limitado a la consecución de objetivos a corto plazo, aunque sí priorizará la lucha contra los efectos más nocivos de la crisis sobre la ciudadanía, sino que contemplará un dibujo de la Asturias a construir durante los próximos quince años, con la mirada puesta en 2030. Lo defenderá una candidatura «de personas profesionalmente cualificadas, honestas y capaces», añadió.
Más allá de ese plan de rescate ciudadano a aplicar de inmediato tras una hipotética victoria en las urnas, a Podemos le tocará 'mojarse' en el análisis y la búsqueda de soluciones para algunos de los asuntos más sensibles de la vida económica, social y política asturiana. Por ejemplo, el futuro de la alta velocidad, embarrancada ahora mismo en los túneles de Pajares y con muchas dudas sobre su avance hacia el centro de la región. León explicó que será una cuestión a debatir en clave interna, pero anticipó sus recelos hacia el AVE, «una obra faraónica y de alto coste». El partido, agregó de seguido, no comparte el «desequilibrio» que propician este tipo de actuaciones y prefiere el desarrollo de una red de transporte más acomodada al interés real del ciudadano en la que el servicio de cercanías sería más prioritario.
Habló León, que compareció junto a los cabezas de lista por Occidente y Oriente, Andrés Ron y Paula Valero, de la necesidad de defender y potenciar los derechos de ciudadanía y citó en este punto el uso de la llingua. Abogó, sin mentar el término 'oficialidad', por «equiparar desde el minuto cero los derechos de los hablantes de asturiano y castellano», aunque no quiso entrar en más detalles, quizá sabedor de que este es un asunto sensible en el que Podemos puede jugarse un buen puñado de votos.
Podemos ve al PSOE como su principal adversario con vistas a mayo y no lo esconde. Desvincula el resultado de las recientes elecciones andaluzas del escenario asturiano y recuerda que el candidato socialista al Principado, Javier Fernández, «ya perdió unas elecciones -las de 2011, frente a Cascos, aunque luego se impuso en 2012- y ahora puede volver a perder». Confía la formación en pescar votos en el caladero de los desencantados con el actual partido de gobierno, cimentando así su previsible efervescencia electoral.
Otra cosa será lo que suceda después del 24-M, punto al que se llegará a través de una campaña electoral «sobria y de bajo coste» que se financiará al margen de los bancos, con aportaciones de la gente. Es seguro que no habrá mayorías absolutas así que los partidos estarán obligados a entenderse. León avanzó una posición «flexible» de su organización a la hora de buscar acuerdos, ya sea desde el Gobierno o desde la oposición, pero con una condición inexcusable: que se articulen políticas que den cumplimiento a su programa. Se actuará, argumentó, «con decisión y valentía».