Al Urriellu a los 86 años

De todas las ascensiones que ha conocido el Urriellu, hay un puñado que se pueden catalogar como excepcionales. Ayer tuvo lugar una de ellas: Agustín Faus, a los 86 años, se convirtió en la persona de mayor edad que haya coronado nunca el Naranjo de Bulnes.

La expedición de Faus, condicionada por las previsiones meteorológicas, empezó el martes por la tarde, cuando llegó a Asturias e inició la subida hasta el refugio del Urriellu, que se complicó a causa de la niebla y la ligera lluvia. Tras hacer noche allí, en la mañana de ayer iniciaron el ascenso al pico por su cara Sur, concretamente por la vía Directa de los Martínez, la más habitual.

La subida no fue sencilla. Con un equipo formado, entre otros, por Bernabé Aguirre, Faus estuvo «magnífico». «Ha realizado una escalada preciosa», aseguró César Pérez de Tudela, otro de los componentes del grupo que realizó el ascenso.

Faus, nacido en Barcelona y afincado en Zaragoza, cuenta con una experiencia dilatadísima tanto con la montaña en general -ha estado en el Himalaya, los Andes, los Alpes y sus predilectos Pirineos aragoneses- como con el Urriellu en particular. Esta es la sexta vez en la que ha hecho cumbre en la montaña asturiana, incluyendo dos intentos invernales en los que se quedó cerca. De todas sus experiencias con el Urriellu, esta es la más especial, por motivos obvios. «Me he emocionado mucho», confesaba Faus, después de conseguir la gesta: «Cuando me lo propusieron, me dije: 'voy a hacer algo que nadie ha hecho nunca'».

El alpinista catalán no se dejó llevar por el ritmo de sus compañeros de escalada: «En la subida, ellos iban más rápido y yo he ido tranquilamente», explicaba. La fecha de la escalada no es producto del azar. En 2012 se cumplen 50 años de la apertura de la vía Rabadá-Navarro en la cara Oeste del Urriellu a cargo de los alpinistas Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, fallecidos unos meses después.

Cuando se le plantea cómo es posible que alguien con 86 años reúna fuerzas para hacer cosas a las que muchos jóvenes no se atreverían, Faus despeja cualquier duda: «Por pasión. Pasión por la montaña».