La Feria de Muestras abrirá mañana con una ocupación total y 3.000 empleos

La 56 edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma) abrirá mañana sus puertas al público con una ocupación total -jardines incluidos- y como una palanca de empleo que creará 3.000 puestos directos -para trabajar 15 días en los diferentes stands- y propiciará otras 2.000 contrataciones indirectas vinculadas al desarrollo del propio certamen. El presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, destacó ayer que este año, por el deterioro del mercado laboral, el volumen de solicitudes de trabajo para la cita ferial se ha desbordado como nunca antes. Con la novedad de que junto al aluvión de estudiantes y jóvenes, que siempre han sido los principales demandantes de estos empleos temporales, también ha acudido en masa a entregar sus currículos a las empresas que participan como expositores otro perfil de gente. En concreto, personas adultas en situación de desempleo, algunas de ellas con auténticos dramas personales a sus espaldas.

Desde el punto de vista institucional, Baragaño también puso de relieve que el Ayuntamiento de Oviedo, ausente de la Feria de Muestras desde 2006, volverá a participar en el certamen. El presidente de la Cámara aseguró que el propio alcalde de la capital asturiana, Agustín Iglesias Caunedo, es el máximo interesado en recuperar la relación perdida con el recinto ferial gijonés. «Plantear un pabellón de Oviedo en este momento económico es imposible pero, como mínimo, habrá una visita institucional», avanzó Félix Baragaño.

De esta forma, se pasa página a agrias disputas de tintes localistas con cruces de declaraciones entre el anterior equipo directivo de la Cámara y el Consistorio ovetense entonces dirigido por Gabino de Lorenzo. Es especialmente recordado el momento en que el antecesor de Baragaño, Luis Arias de Velasco, manifestó que «si Oviedo es la capital de Asturias y no está en la Feria de Muestras, a lo mejor es que es un poco menos capital». Una crítica que tuvo su réplica en boca del edil carbayón José Suárez Arias-Cachero, hoy en las filas de Foro, que afirmó que «la Feria de Muestras tiene un modelo caduco propio de los años cincuenta».

El director de la Fidma, Álvaro Muñiz, resaltó que la verdadera novedad de la Feria siempre la aportan los expositores con la presentación de sus productos. Como curiosidades dijo que se venderán hornillos sin llama y sin humos para utilizar en embarcaciones, caravanas y tiendas de campaña, así como productos de climatización basados en la geotermia.

Por sectores también destacó el importante crecimiento en el sector del automóvil, sumado a una gran presencia de promotores y empresas de la construcción y la participación de grandes empresas nuevas como Gas natural Fenosa y Seguros Santa Lucía.

Cuatro embajadores

En el capítulo internacional, la Feria será visitada por misiones comerciales de Guinea Ecuatorial, Estonia, México y Chile encabezadas por sus respectivos embajadores en España. Además, aumentará la presencia de Portugal, con el mueble, y de Marruecos y Egipto en artesanía. Los stands feriales ofrecerán este año productos de 40 países diferentes.

Álvaro Muñiz aseguró que los expositores de la Feria, a pesar de la crisis, siguen viendo en ella «una herramienta de marketing útil que permite la conexión entre la oferta y la demanda». El director de la Fidma también puso de relieve que por cuarto año consecutivo se han mantenido congelados los precios para el alquiler de espacios.

En esta edición, que se celebrará del 4 al 19 de agosto, habrá de nuevo en torno a 2.000 expositores agrupados en unos 600 stands, con un índice de repetición del 70% respecto a 2011.

En cuanto a la afluencia de visitantes, hasta el día 19 se espera congregar de nuevo en torno a 700.000 personas. Esto es, los números de los últimos años. Si bien este año el calendario beneficia a la organización, porque el día grande de Begoña cae en miércoles. La Cámara ha repartido ya 200.000 entradas previas.

El cartel ferial de este año lo ha diseñado el artista Vladimir González, quien ha plasmado con gran cromatismo «una vista aérea de los edificios más representativos del recinto ferial, con las sensaciones de fiesta y diversión que me provoca un paseo por los stands».