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Las ventas en la lonja candasina recuperaron la normalidad ayer con una notable afluencia de clientes locales y veraneantes . :: P. G.-P.
GOZÓN CARREÑO

«Ahora es el momento de comprar en la rula de Candás, hay que ayudar»

La flota local vendió ayer más de 150 kilos de pescado fresco en la segunda jornada de faena tras el parón de un mes por el vertido de fuel a la mar

PEPE G.-PUMARINO

Sábado, 4 de agosto 2012, 03:14

«Ahora es el momento de comprar en la rula de Candás, hay que ayudar a los pescadores». Así se manifestaba ayer Darío Gómez González, tras recoger el pescado fresco capturado por la flota local. Veraneante segoviano de esta villa desde hace tres años y fiel cliente de la lonja candasina durante el mes que pasa en la villa marinera. El gesto solidario fue seguido por numerosos compradores que dieron cuenta de los más de 150 kilos de pescado fresco que se pusieron ayer a la venta en la lonja candasina. Fue la segunda jornada de actividad tras un mes de parón debido al vertido de fuel en la costa del concejo que padeció especialmente los efectos contaminantes en todas sus dimensiones. Mientras, el patrón mayor, José Ángel Gutiérrez, mostraba su satisfacción «porque seguimos faenando con normalidad y levantando los aparejos limpios de fue y, además, por la respuesta del público que vuelve a comprar pescado».

Las capturas fueron en su mayoría de la variedad de chicharro, caballa, salmonete, pica y aligote, sin faltar la andarica y el percebe procedente de la zona de extracción de Peñas. Estos productos, con plena garantía de frescura y calidad , «son la mejor prueba de que poco a poco la situación se va normalizando tras un arranque de campaña tan negro para los marineros como el fuel vertido», comentaba el patrón mayor.

Un comentario que otra de las compradoras habituales en la lonja candasina, Inés Fernández García, avalaba plenamente: «Durante este mes echamos de menos poder llevar a casa este pescado que, sin duda, es todo frescura», decía al tiempo que mostraba su bolsa con varios salmonetes y chicharros.

Mientras, la normalidad en las ventas, por fín, volvía a la lonja candasina.

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