El Gobierno garantiza a Asturias que podrá lograr los 423 millones en el fondo de rescate

Es cuestión, a lo sumo, de un mes, que el Gobierno central ponga en marcha el fondo de liquidez previsto para dar oxígeno a las autonomías asfixiadas por los vencimientos de su deuda. Con el mercado bancario seco, tanto por la crisis económica en sí como por el hecho de que todos los actores implicados están esperando a conocer las condiciones del mecanismo de ayuda estatal antes de moverse, son varias las regiones que están llegando a una situación límite. Cataluña negocia un anticipo de 120 millones para subsistir, Andalucía ha pedido uno de 1.000, Valencia espera ingresar fondos antes de quince días, Murcia insinúa que los 300 millones iniciales pueden no ser suficientes... ¿Habrá dinero para todos los territorios, caso de Asturias, visto el volumen inicial de recursos -más de 9.000 millones- solicitados en esta primera tanda? Las fuentes del Ejecutivo consultadas ayer por este periódico precisaron que «no se dejará caer a ninguna comunidad» y que, por tanto, si el Principado no logra obtener en el mercado los 423 millones que necesita para cerrar el año, podrá hacerlo recurriendo al Estado. El Ejecutivo regional, de momento, mantiene abierta la negociación con los bancos y confía en obtener noticias positivas en unas semanas.

La realidad es que se ha abierto un compás de espera, a expensas del diseño del fondo de rescate que planifica el Ministerio de Hacienda. El Congreso aprobará su creación la próxima semana y, a partir de ahí, el Gobierno tendrá manos libres para ponerlo a funcionar antes de que termine septiembre. La espera perjudica especialmente a las autonomías con más apuros, como Cataluña, Valencia o Andalucía, porque el grifo del crédito está totalmente cerrado para ellas. Comunidades como Asturias, que todavía tienen cierto margen de maniobra, aguardan con cautela a conocer las características de ese mecanismo de liquidez para conocer si sus condiciones son mejores o peores que las que puedan obtener de los bancos. Las propias entidades miran a su vez de reojo el formato que adoptará ese plan de ayuda del Estado. Todo el mundo está, pues, a la expectativa.

El Principado precisó ayer que las conversaciones con las entidades financieras continúan y que se está a expensas de los análisis de sus departamentos de riesgos para ver si esos 423 millones que se reclaman son financiables y en qué condiciones. Aunque aparcada de momento, la hipótesis de tener que pedir el auxilio del Estado está ahí y no se descarta. El temor son las exigencias adicionales que conlleve. Si fueran laxas no habría problema, pero si para recibir el dinero hay que aplicar duros recortes, la cosa cambia. En todo caso, no habría otro 'plan b', sean cuales sean los requisitos, si las entidades financieras se oponen a dar crédito.

Al margen de conocer el desenlace de esas negociaciones con la banca, el Ejecutivo central da por seguro que los 18.000 millones previstos para dotar el fondo de liquidez serán suficientes para satisfacer las necesidades de todas las autonomías que lo requieran; también de Asturias, llegado el caso, sea en la totalidad de los 423 millones, sea solo en parte.

Asturias puede permitirse el lujo de esperar un tiempo, pero otras comunidades están en una situación más delicada. El PP catalán desveló ayer que el Ministerio de Hacienda autorizará un adelanto excepcional de 120 millones de euros para que la Generalitat pueda atender los pagos más urgentes, un extremo que el gabinete de Artur Mas se negó a confirmar. Hacienda, al menos de momento, no ha dado respuesta a una petición similar de la Junta de Andalucía, que ha solicitado un adelanto de 1.000 millones con cargo a su participación en los ingresos del Estado. «Si hay dinero para Bankia debe haberlo también para nosotros», sostuvo el portavoz del gabinete, Miguel Ángel Vázquez.

El rosario de autonomías que pueden acogerse al fondo aumenta día a día. Castilla y León lo hará «con toda naturalidad» si las condiciones son favorables. Murcia, que inicialmente cifró sus necesidades en 300 millones, «tendrá que seguir pidiendo dinero», según su presidente, «hasta tener liquidez».