Feve cede a la presión y suspende su plan para cancelar 89 Cercanías

Marcha atrás en Feve. La empresa planeaba ejecutar el próximo mes un ajuste en sus servicios. Las seis comunidades donde opera quedaban afectadas, pero Asturias tenía visos de llevarse la peor parte al perder 89 de las frecuencias de Cercanías y quedar con un único tren por sentido en la relación Gijón-Oviedo. El rechazo que los recortes avivaron en Galicia y País Vasco (comunidades con elecciones a la vista) y el enfado del Gobierno cántabro han convencido al Ministerio de Fomento para aplazar las medidas que más afectaban a trabajadores y usuarios. Feve conservará su actual oferta de trenes al menos hasta 2013, momento a partir del cual las decisiones en la compañía cambiarán de despacho.

El ministerio tiene previsto extinguir la figura jurídica de Feve el 31 de diciembre y repartir sus activos y obligaciones entre Renfe y el Adif. El actual presidente de la empresa de vía estrecha, Marcelino Oreja, confirmó a este periódico que, fruto de este cambio, él mismo abandonaría la dirección.

El objetivo trazado por la actual dirección de Feve era entregar a finales de año unas cuentas menos gravosas. A 31 de julio, Feve adeudaba 509,61 millones, con unos vencimientos de deuda de 19 millones antes del 31 de diciembre. El equipo actual entendía que las cuentas están lastradas por un exceso de inversiones poco rentables, pero también por una oferta desproporcionada para los viajeros que mueven los trenes. Su propósito pasaba por entregar a Renfe y Adif una compañía adelgazada respecto a la heredada de sus predecesores.

El cambio de planes pospone los ajustes y gana tiempo para negociarlos con las administraciones y los sindicatos. Fomento aspira ahora a un recorte con más apoyo social y también mayor perspectiva. El equipo que decidirá la supresión de frecuencias de Feve es el mismo que va a articular una propuesta intermodal para que algunos de los trenes deficitarios de Renfe se vean sustituidos por autobuses.