Carreño exige a Albo que adopte medidas de seguridad en su fábrica

El Ayuntamiento de Carreño solicitará a la propiedad de la fábrica de conservas Albo que adopte las medidas necesarias para mantener y garantizar la seguridad de su factoría, situada en el centro de Candás. Con esta medida, el Ayuntamiento responde a las denuncias vecinales, que alertan sobre el mal estado del edificio y amenaza la seguridad de los viandantes por el riesgo de desplomes en sus fachadas. La encargada de tomar esta iniciativa fue la concejala de Urbanismo, Cecilia Tascón, que ya ha trasladado el asunto al Servicio Municipal de Disciplina Urbanística.

Fue la Asociación de Vecinos Amigos de Candás quien trasladó esta misma semana su queja al Consistorio. Según su presidente, Luis Fernández, el primer aviso vino del vecindario, que se hizo eco de la alarma de los peatones por los desprendimientos de algunas partes de la fachada. En concreto, del almacén.

El paso del tiempo y la falta de mantenimiento de las instalaciones por el cierre de la actividad hacen que el deterioro de la fábrica ya sea visible. El portavoz vecinal requirió la intervención municipal para que adopten todas las medidas necesarias en materia de seguridad. Entre ellas, el correspondiente requerimiento a la propiedad. Desde el cierre de la planta conservera hace tres años, las quejas se suceden con frecuencia, puesto que se ha convertido en un foco de suciedad y ha aumentado la presencia de roedores en toda la manzana.