Muere tras ser sedada la osa rescatada en Palacios del Sil
'Jimena' era trasladada a Riaño para su vuelta al medio natural. Es el tercer plantígrado que fallece bajo control administrativo
R. MUÑIZ
Sábado, 27 de octubre 2012, 04:00
'Jimena', el esbardo que un trabajador de Mina Cerredo rescató en abril vagando solo y desorientado en una carretera de Palacios del Sil (León), falleció ayer a media mañana. La osezna tenía nueve meses y había sido sedada durante la mañana para facilitar su traslado hasta los montes leoneses de Riaño, donde iba a recobrar la libertad. Es el tercer plantígrado que fallece en los dos últimos meses encontrándose bajo control de la Administración, tras los sucesos en Porley (Cangas del Narcea) y de 'La Güela' en Cabárceno (Cantabria).
Con 'Jimena', Castilla y León aspiraba a reproducir el éxito logrado en Asturias con la cría que, en junio de 2008, localizaron unos turistas cerca de Villarín (Somiedo). El animal fue cuidado, minimizando el contacto humano, y finalmente reintroducido en el medio natural, donde logró salir adelante. La osa es adulta y, aunque los últimos avistamientos datan del pasado año, se sospecha que en invierno tuvo una o dos crías.
Siguiendo este ejemplo, el animal rescatado en Palacios de Sil llevaba seis meses bajo observación en el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos. Durante este tiempo, el ejemplar creció desde los cinco kilos de peso inicial hasta los 36 que mostraba ayer. A las nueve de la mañana, la Junta iniciaba el operativo que debía devolver a 'Jimena' a su entorno natural.
En el traslado participaban tres veterinarios, tres técnicos y ocho agentes medioambientales y celadores, según informó la Administración leonesa. La osa «había sido monitorizada, con pulsaciones y nivel de oxígeno en condiciones normales; se había sedado permaneciendo en estado de semiinconsciencia y se le había instalado el transmisor para su posterior seguimiento, una vez se reintrodujera en el medio natural», indicó en nota de prensa la Junta. Alojada en una caja de transporte, los vigilantes iniciaron el viaje, haciendo una parada en Saldaña, unos 60 kilómetros antes del lugar de destino. Allí «certificaron sus buenas condiciones y su estado normal», asegura el comunicado. Poco antes de alcanzar el lugar elegido, los técnicos hicieron otra parada de revisión y es ahí donde se percataron de la muerte del animal. Su cuerpo fue trasladado a la Universidad de León para practicarle la necropsia.