«La retirada de las ayudas regionales nos ha hecho daño»

De las más de 10.000 viviendas baratas anunciadas a bombo y platillo por Gabino de Lorenzo y Serafín Abilio Fernández apenas hay concluidas un centenar. Las 56 que Dursa entregó esta primavera y las 45 que concluyó por las mismas fechas Campelo en La Malata Sur. En marzo, Urvisa añadirá otras 63 en La Cruz Santa. «Trataremos de adelantarlo todo lo posible», confía su propietario José Luis López, que con décadas en el mercado ovetense vale como termómetro.

¿Y luego? «Las cosas están muy difíciles», dice. Para vender 45 de estas 63 viviendas, «tenemos 18 pendientes, tuvimos más de 100 contratos, pero la gente tiene miedo al paro y no hay dinero». Los bancos españoles, después de años de hacer el tonto con el dinero, quieren parecer ahora suizos. «No hay financiación», dice el constructor. Satisfecho con Caja Rural, reconoce que lo difícil «son esos 20.000 ó 30.000 euros. Prestan el 80%, pero hay gente que tiene problemas para conseguir ese 20% y más desde que quitaron las ayudas regionales. Nos hizo mucho daño», lamenta. «Los bancos tendrían que buscar fórmulas», insiste. En ello le va que se vendan más pisos y que vuelva algo de actividad al sector.

«Hay demanda, necesidad de vivienda hay mucha, pero dentro de dos año no sé que va a pasar cuando se agote la poca que hay en marcha», advierte. Con los desarrollos paralizados, también parte del suyo, recuerda «que hay que pensar a cuatro años, los pisos no caen hechos del cielo».

Futuro

Por si las cosas mejoran, además de los tres primeros bloques, tiene cimentado un cuarto en La Cruz Santa. «A ver cómo viene el año próximo», aunque intuye pocas alegrías porque con la subida del IVA «la gente que podía compró ya y durante los próximos meses va estar todo muy parado». Tanto como para pensarse si iniciar el cuarto bloque o esperar a que mejore la situación económica.

Curiosamente de las actuaciones del plan sobreviven las iniciadas por Dursa y Urvisa, dos empresas con experiencia en el sector y en la ciudad de décadas. Por el camino han caído el resto impulsadas por promotoras casi desconocidas en la región como Esfinge, Los Pilares o el grupo Nozar, que en su caída arrastró Colloto-Roces y dejó tocado Ciudad Jardín. Tampoco le fue bien al firmante Serafín Abilio, El Caleyo están en concurso.