Los menores de tres años tutelados dejarán de ser internados para vivir con familias de acogida

Los menores de tres años «vivirán con una familia sin que deban pasar por un centro. En los casos de que haya más hermanos, se buscarán opciones que permitan que estén todos juntos». Ésa es una de las principales claves que incluye el anteproyecto de la Ley de Protección a la Infancia que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad presentó ayer.

Tras la conclusión del Consejo de Gobierno, la propia Ana Mato explicó que la reforma «convierte a España en el primer país en incorporar la defensa del interés superior del niño como principio, derecho y norma de procedimiento». Con esto tratará de evitar casos, como los detectados en Asturias, de que personas de las que la Administración asume su tutela nada más nacer «pasen toda la vida institucionalizadas».

En el Centro Materno-Infantil de Oviedo, la unidad de primera acogida para bebés de que dispone el Principado, en 2012, fecha a la que se remonta la última estadística oficial, vivían 33 menores. Tal y como había adelantado EL COMERCIO, muchos de ellos llegaban a cumplir cinco años de vida en el centro debido a la prioridad que, en la actual legislación, tienen las familias biológicas. Las mismas de las que la Administración decidió separar a los tutelados podían evitar que el menor pasara a vivir con una familia de acogida o, directamente, de adopción.

Esa prioridad de la familia biológica cambiará con la nueva ley. Según la ministra, «una vez pasados los dos años de que se haya decretado la situación desamparo, sólo el Fiscal podrá impugnarla. Nunca los padres biológicos».

De acuerdo a sus cifras, en España eran, a 31 de diciembre de 2012, 35.000 los menores que se encontraban bajo la tutela o guarda de las administraciones. De ellos, 14.000 están internados, una cifra que incluye a los 481 asturianos.

La nueva legislación impulsará las adopciones y respaldará a las familias de acogida, con la creación del Estatuto del Acogedor Familiar.

Deberes para los menores

El anteproyectopresentado ayer incluye, además, una mayor protección para las víctimas de malos tratos y de abusos sexuales. Para los primeros, los hijos de mujeres maltratadas serán considerados, directamente, víctimas también, con lo cual los padres maltratadores no tendrán acceso a ello.

Según explicó la ministra, «los jueces tendrán, a partir de ahora, la obligación de pronunciarse sobre medidas cautelares que afecten a los hijos de mujeres maltratadas». Es más, los niños y niñas «permanecerán con su madre, independientemente de la edad». Si se aprueba esta reforma, los menores de 12 años tendrán derecho a ser escuchados en los tribunales.

En cuanto a las víctimas de abuso sexual, será obligatorio denunciar los casos y no como ocurre en ocasiones, en el que los sucedido no llega a los juzgados porque las familias evitan denunciar.

Los condenados por delitos contra la libertad sexual, trata y explotación de menores no podrán, en ningún caso, «acceder a profesiones cuyo desempeño suponga contacto habitual con menores».

El texto, que ahora iniciará su proceso parlamentario, incluye no sólo derechos para los menores, sino, también, deberes. Estarán obligados a respetar a sus padres, hermanos y profesores. Una obligatoriedad que extiende al respeto a la dignidad, integridad e intimidad de las personas con las que se relacionen.