Hunosa tramita con Adif la colocación del tramo restaurado del puente Rimoria

Pero todo parece indicar que Hunosa deberá acometer un tedioso proceso administrativo y, quizás, emprender inesperadas obras antes de devolver el tramo y unirlo al resto del puente. Y es que a la hullera pública le preocupa el estado de una de las pilastras sobre la que deberá descansar este viaducto. El muro sobre el que está asentado y, en especial, el estado de su estructura no garantizarían la seguridad del puente una vez recolocado en su lugar original. El tiempo ha hecho mella en las pilastras, corroídas por las inclemencias meteorológicas

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Los técnicos, según ha podido conocer EL COMERCIO, ya han evaluado la situación y, en el caso de tener que actuar, Hunosa deberá primero obtener permiso del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Y es que la situación de las dos pilastras está justo a ambos lados de la vía férrea de la línea Gijón-Pola de Laviana, por lo que los trabajos podrían afectar al funcionamiento habitual de la línea (a día de hoy cerrada hasta el 12 de mayo). En todo caso, es necesaria la autorización de Adif para realizar trabajos por encima y cerca de las líneas férreas. Un trámite que podría dilatar más la colocación del tramo restaurado por la hullera.

La hullera iniciaba en mayo de 2023, tras más de cinco años de trámites, la reparación del puente Rimoria en la antigua explotación minera del lavianés pozo Carrio, una estructura que pasa por encima de la salida del corredor del Nalón que distribuye el tráfico hacia las localidades de Blimea y Barredos.

En diciembre de 2021 se plantearon los primeros trabajos para asegurar esta prolongación del puente Rimoria. Concretamente, se trata de un tramo metálico dividido en dos secciones, sobre el cargadero y la línea ferroviaria Gijón-Laviana, y un paso sobre la carretera de Oviedo al puerto de Tarna, que se encontraban en muy mal estado de conservación, por lo que se hizo imprescindible que se iniciasen los trabajos para poder conservarlo en buen estado.

La restauración total se llevó a cabo en la explanada de la explotación minera, donde se construyeron cuatro enormes pilastras de hormigón sobre las que se colocaron los tramos de puente que fueron reparados. Fueron analizados con minuciosidad para determinar la mejor forma de acometer una restauración centrada en alargar su vida. Allí descansan, a la espera de ser colocados sobre las pilastras y de que el puente Rimoria vuelva a conectar los antiguos pozos mineros de Carrio y Barredos.