

Secciones
Servicios
Destacamos
Mayau Solis, el pueblo que no existe en los documentos oficiales, aunque sus vecinos pagan impuestos y tasas, lo que lleva décadas condenándolo a no ... crecer. A esto se le suma el medio siglo de abandono por parte del Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio en materia de conservación de carreteras, desbroces y otras actuaciones que no se realizan. Pero a nivel vecinal, todo el mundo en El Entrego, parroquia a la que pertenece, sabe donde esta Mayau Solis y es habitual que caminen hasta él para disfrutar de su entorno privilegiado, sus rutas y su apreciado lago natural.
Hace unas semanas, por primera vez, se colocó una señal que indica el acceso al mismo, «aunque apunta hacia el monte y no pone la distancia que hay, unos 950 metros», explica Sandra Martín, una de las habitantes del pueblo que junto a otros vecinos ha impulsado la asociación vecinal que lleva meses reuniéndose con todos los representantes políticos para buscar soluciones para Mayau Solis.
Los quince vecinos no entienden esta discriminación que les impide tener un futuro para su pueblo. En el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del concejo no les reconoce la calificación de pueblo rural, algo que no entienden y que luchan para que se cambie. La zona está dividida en dos catalogaciones: suelo no urbanizable de especial protección y suelo no urbanizable de interés forestal. Algo impensable ya que hay más de una decena de casas con más de medio siglo de antigüedad. Esta catalogación impide que más de media docena de fincas con proyectos para construir casas y aumentar la población del Mayau Solis lleven esperando años por unos permisos de obra que son imposibles. El PGOU samartiniego lleva más de dos décadas de trámites y no tiene aún fecha prevista para avanzar.
A pesar del abandono aseguran que «nuestra carretera está muy transitada, pese a su estado y su estrechez, son muchos los usuarios que la utilizan, ya que es el único acceso al pueblo». Explican que «es peligroso llegar al pueblo, incluso los contenedores de basura están en la zona baja porque el camión no sube», remarca Martínez.
La vía en torno a este núcleo rural es muy activa en cuanto actividades de ocio se refiere. Así, los fines de semana se llena de senderistas, ciclistas, y deportistas en general. Además de los usuarios del coto de caza (número 179). Esta gran afluencia de gente propició que hace unos años uno de los vecinos, cuya familia regentó durante años el único bar del pueblo, Nisel Velasco, tratara de poner en marcha un proyecto: construir cabañas sostenibles. Su plan turístico fue seleccionado para recibir una importante subvención, pero que es imposible llevar a cabo por esa cuando menos extraña calificación del suelo.
Es muy habitual que por el pasen pruebas deportivas de motor, lo que a juicio de los vecinos «perjudica y deteriora bastante el pavimento, también gente en sus quads, o motos». Un deterioro que se acrecienta porque «desde hace 50 años nadie repara el único acceso al pueblo, ni siquiera nos dan el material necesario para poder hacerlo nosotros», apostilla Irene Duque.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El enigma de las plantas de tequila en la 'Catedral del vino' de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.